Investigadores del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) y del Centro de Astrobiología (CAB) han descubierto una estrella de miles de millones de años antigüedad, clave para entender la formación de la Vía Láctea.

Esta estrella, designada como "ULAS1350", es la subenana de tipo L, denominada así por su baja luminosidad, temperatura y contenido en metales, hasta 10 veces inferior al solar, más lejana descubierta hasta el momento, según informa en un comunicado el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

ULAS1350 representa la quinta de estrella de su clase identificada hasta la fecha en la Vía Láctea y la primera confirmada por el Gran Telescopio de Canarias (GTC), ubicado en el Observatorio de Roque de Los Muchachos en La Palma, sistema que, gracias a su avanzado espectógrafo OSIRIS, ha permitido observar los rasgos más destacados de este objeto "tan débil", según los especialistas.

Los investigadores estiman que el objeto se encuentra a una distancia del Sol de entre 300 y 550 años luz, unos cien años luz más lejos que sus antecesoras, en la frontera entre las estrellas y las enanas marrones.

Debido a su pequeño tamaño y baja masa, más parecidos a los de un planeta gigante que a los de una estrella de tipo solar, según se indica en un comunicado remitido por el Instituto de Astrofísica de Canarias, estas subenanas resultan buenas candidatas para la búsqueda de planetas extrasolares.

Nicolas Lodieu, director de la investigación desde el IAC, destaca que "esta clase de objetos extremadamente antiguos pueden ser clave para entender la formación de la Vía Láctea".

"Su contenido en metales es escaso, podría ser hasta diez veces menor que el del Sol", señala Lodieu, quien añade que "pudimos estimar también su baja luminosidad y temperatura, entre los 1.000 y 2.000 grados centígrados".

Esta fría estrella -la temperatura en la superficie del Sol es hasta cinco veces mayor- fue previamente identificada utilizando el catálogo Large Area Survey de UKIDSS (UKIRT Infrared Deep Sky Survey), un proyecto de observación de grandes áreas del cielo en el rango infrarrojo cercano realizado con un telescopio de 3,8 metros situado en la isla estadounidense de Hawai.

Con la ayuda de un catálogo similar en el rango visible, el Sloan Digital Sky Survey, se confirmó la relativa deficiencia de elementos metálicos en la atmósfera de ULAS1350 respecto al Sol.

"Tendremos más candidatos para el futuro porque UKIDSS va a ampliar su cobertura del cielo y, junto a las aportaciones del GTC, se abrirá una nueva puerta que nos permitirá encontrar y estudiar más enanas de este tipo", apunta el astrofísico.

De acuerdo con los investigadores, la existencia de objetos como ULAS1350 en la vecindad solar es "extremadamente rara", por lo que su identificación ha requerido la revisión de cientos de miles de objetos en diferentes archivos astronómicos, según se apunta en la nota.

Para poder realizar este estudio se ha recurrido al Observatorio Virtual, una iniciativa internacional que en España está gestionada por el Centro de Astrobiología y cuyo principal objetivo es el de proporcionar un análisis eficiente del gran volumen de información existente en los centros de datos.

El equipo de la investigación está conformado por Nicolas Lodieu, del IAC, y por María Rosa Zapatero Osorio, Eduardo Martín, Enrique Solano y Miriam Aberasturi, del Centro de Astrobiología del Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA), dependiente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

EL hallazgo se difunde hoy en la revista especializada Astrophysical Journal, la primera publicación científica basada en datos del Gran Telescopio de Canarias.