Juan Negrín escondió los documentos de la II República en su casa parisina, durante la ocupación nazi de Francia, para evitar que los colaboracionistas se apoderaran de ellos y los entregasen a Franco, que los hubiera usado, sin duda, para represaliar a los vencidos de la Guerra Civil, según la investigación realizada por la Fundación Canaria Juan Negrín, a cargo del historiador Sergio Millares. Es uno de tantos avatares que ha seguido este valioso archivo, que no se pudo consultar hasta los años 90 del pasado siglo, y que llegará a Gran Canaria en breve, en virtud de un convenio que firmarán mañana el Cabildo Insular y la familia del estadista grancanario.

Y es que el periplo que ha seguido el legado del político y fisiólogo ha sido tan accidentado como lo fue su propia vida. Al terminar la Guerra Civil, una parte importante de los documentos del Gobierno legítimo pasaron la frontera francesa y fueron custodiados por Negrín en la capital hasta su muerte, en 1956.

A estos documentos oficiales, se sumaron los personales, lo que ha conformado un grueso de unos 200.000 ejemplares que constituyen un tesoro que "ha reescrito la Historia Contemporánea española", según afirmó Sergio Millares.

Es en los noventa cuando hace acto de presencia la Fundación Canaria Juan Negrín, que se pone en contacto con Juan Negrín Jr. Es el principio de una gran amistad. "Tanto José Medina [presidente de la Fundación], como Eligio Hernández, comienzan una relación con la familia cuyo primer resultado es la copia de parte de la documentación". Esto sucede en 1999. A partir de esta fecha, el fondo se pone a disposición de historiadores de dentro y fuera de las fronteras españolas. "La Fundación Canaria Juan Negrín facilitó esta consulta y su sede en Las Palmas de Gran Canaria acogió a investigadores de la talla de Ángel Viñas, Gabriel Jackson, Enrique Moradiellos, Ricardo Miralles y otros. Lo que ha dado lugar a la publicación en los últimos cinco años de numerosas monografías sobre el papel de Juan Negrín en la guerra civil española", señaló Sergio Millares.

Esta colaboración con la familia continúa tras la muerte de Juan Negrín Jr, ya con la nieta del político, Carmen Negrín, que ha tenido claro siempre que es la Fundación la que debe acoger el archivo de su abuelo. Millares considera que "no es descabellado decir que la Fundación tiene el mérito de haber facilitado la tarea a los investigadores que querían dar otra visión de lo que pasó en la Guerra Civil".

"Después de cuarenta años, en los que el régimen de Franco vilipendió su figura y su trayectoria, estamos en condiciones de afirmar que su isla natal ha contribuido de manera poderosa en ese proceso de rehabilitación histórica", aseguró el historiador, que recordó las numerosas actividades que se han llevado a cabo para poner en el lugar que merece al político y científico canario.

Sergio Millares no podía ocultar ayer su satisfacción por el gran avance que supone el acuerdo entre la familia y el Cabildo para crear el museo de Negrín. "Es el culmen de diez años de trabajo", aseguró.

El último paso en este camino, por tanto, es el convenio que se firmará mañana con el Cabildo Insular y que será el germen de un centro de estudios que conservará los documentos originales que ha custodiado la familia con dedicación y tesón durante cinco décadas.