Los juegos online son, junto a los foros y blogs, los sitios de Internet más visitados por los niños, según la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD). Miles de páginas se entremezclan en el ciberespacio esperando que a golpe de ratón el internauta se disponga a pasar un rato de ocio jugando en línea, o mediante la descarga del videojuego.

La mayoría de los sitios están repletos de una oferta de juegos convencionales y tradicionales. Puzles, deportes, juegos de azar, de curiosidades y de colorear van unidos a los más bestias, en donde la sangre y las armas son un reclamo para adultos, pero también para los niños, como los de la galería que se muestra sobre estas líneas, entresacados de www.minijuegos.com, una de las webs de su género más visitadas.

"No hay que demonizar los videojuegos", afirma Gustavo Hernández, director del Instituto de Psicología Emocional de la capital grancanaria y especialista en adicción a nuevas tecnologías, como Internet.

El psicólogo recuerda que estudios españoles ya demostraban años atrás que los chicos usuarios de videojuegos, por ejemplo, puntúan más alto en orientación espacial, en la toma de decisiones. "Muchos contenidos son muy interesantes para trabajar la memoria. Internet es genial para el estudio, para recabar información y comunicarse. El problema es el uso que se haga de la red, como cualquier otra tecnología".

Pero hay juegos, y juegos. Sin duda los más negativos son los violentos, y los que siguen marcando diferencias entre sexos. "Presentan valores de retroceso de 20 años en igualdad de género", alerta Hernández.

Entre los agresivos no se escatiman ni armas ni propuestas que hacen de la violencia un vehículo de diversión y la vía para combatir el estrés y la presión personales.

"Habría que preguntarse quién les compra los videojuegos violentos, agresivos o retrógrados a los hijos y reflexionar sobre qué actitud tengo yo (los padres) respecto al comportamiento y la educación de mis niños con ellos".

El psicólogo subraya que no hay que culpar a los padres, que cada vez se muestran más preocupados por el aumento del consumo de videojuegos violentos.

Como recomendación general apunta que se compruebe la edad y el contenido de cada uno cuando se adquiere, y que jueguen con sus hijos. "Esto les da base para definir unas normas".

Lo cierto es que cada vez que se ponen al ordenador los menores tienen a su alcance centenares de juegos, una oferta que ha tenido una progresión casi geométrica. "En los últimos cinco años la evolución ha sido bestial. Hemos pasado de juegos en consolas a presencia en la red a través de las plataformas de juegos en vivo", señala Francisco Santana, vicedecano de la Facultad de Informática de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y especialista en Internet.

"Aunque hay muchas páginas web de juegos, lo más común es la presencia de las consolas de videojuegos en la red", explica Santana, quien recuerda que el control de los padres sobre estas páginas cada vez es más eficaz: "En la configuración del ordenador y a través de programas".