La isla de La Palma ha sido la primera en notar con intensidad los efectos de la borrasca que llega a las islas la noche de este domingo. Según el Centro Coordinador Emergencias y Seguridad (CECOES) 1-1-2, el viento está causando problemas en numerosos lugares de la isla porque está dejando ramas y árboles caídos, y la lluvia comienza a cobrar fuerza, pero hasta el momento no se han detectado incidentes importantes ni se han producido accidentes con heridos.

La lluvia ha llegado también a la isla de Tenerife dónde está previsto que el viento cause estragos durante la noche, además la alerta roja está decretada para todas las islas a partir de este lunes.

Por ese motivo, el Gobierno ha suspendido las clases en todos los centros educativos del Archipiélago, incluídas las dos universidades que han adoptado la misma medida tras recibir las recomendaciones de la corporación regional y la declaración del nivel de alerta roja para toda Canarias.

Los vientos pueden alcanzar velocidades de entre 130 y 170 kilómetros por hora por lo que las autoridades recomiendan a los ciudadanos que tomen todas las medidas de seguridad y eviten situaciones de peligro. Estas velocidades pueden ser incluso superiores en las zonas altas de las islas de La Palma, Tenerife y Gran Canaria, según informó durante la rueda de prensa urgente celebrada este domingo, el consejero de Presidencia del Gobieno de Canarias, José Miguel Ruano.

Asimismo, el Gobieno de Canarias mantiene en estado de alerta a 160 efectivos de la Unidad de Emergencias Militares, frente a los veinte habituales, por si fuera necesario actuar ante imprevistos que puedan darse a causa del temporal.