Primero la batalla fue la de la televisión. Pero Internet y toda clase de dispositivos de pantalla ejercen ahora una gran atracción sobre los niños y adolescentes, a los que les cuesta mucho ceder su interés en favor de los libros. Una situación que tampoco es ajena al mundo de los adultos.

"Las nuevas tecnologías están influyendo muchísimo en los problemas de comprensión lectora. Pero no son las culpables del fracaso escolar. Todo depende del uso que se les den", explica Beatriz Estupiñán, psicóloga y docente.

También en esa línea opina Rosa Marchena, psicopedagoga del Departamento de Educación de la Universidad grancanaria. "El uso de esos dispositivos dificulta mucho la tarea de inculcar el gusto por la lectura. Nos acostumbramos a las imágenes, estas duran poco y eso supone que el proceso de atención de la gente sea más fácil. Así nos acostumbramos a hacer menos esfuerzo".

Pero no sólo son las tecnologías sino los lenguajes que han surgido con su uso. El paradigma de esto pueden ser las redes sociales y los mensajes sms, según Marchena.

"Con ellos los chicos están en contacto con otro código, otro lenguaje escrito diferente. Pero decir que la culpa de los malos resultados en comprensión lectora de Canarias la tiene Facebook, no es razonable. En toda Europa los jóvenes tienen similares hábitos digitales".