Cinco millones de afectados en Europa, de los que 700.000 viven en España. En Canarias la psoriaris ataca con sus brotes y recidivas a unas 30.000 personas, una prevalencia nada desdeñable de una patología que dispone para paliar el dolor de quienes la padecen de todo un arsenal terapéutico.

Pero, además de la química, la medicina natural puede ser una eficaz alternativa para tratar la psosiaris leve, moderada o grave. De ello da cuenta Jorge Cruz, médico naturista, quien defiende su empleo para contrarrestar los episodios más críticos y alargar los tiempos entre brotes, ayudando a su prevención.

Cruz subraya la relevancia del producto base si se opta por la medicina natural. "El tratamiento para cualquier dolencia es un estilo de vida saludable: dieta, ejercicio físico, eliminación de hábitos nocivos como el tabaquismo y el beber alcohol, y equilibrio psicológico".

Así que la dietopetapia, con la adopción de una alimentación sana; la fitoterapia, con el empleo de principios activos presentes en plantas medicinales; la fisioterapia, en la que al ejercicio físico lo acompañan la hidroterapia, balneoterapia, lodoterapia, y la higiene o lavados intestinales; junto a técnicas de relajación y control del estrés, conforman todas las posibilidades de un abordaje terapéutico naturista.

A partir de ahí, la medicina natural aplica el tratamiento específico a cada patología y, con más concreción, el que precisa cada paciente. En el caso de la psoriasis, el potencial se concentra en productos depurativos. "En esta enfermedad, más si cabe", explica el médico, quien recientemente acaba de publicar el libro Psoriasis, la opción natural, editado por LibrosEnRed.

Depurativos

Más allá del uso de las plantas medicinales, la cura natural de la psoriasis se beneficia de productos al alcance del paciente: el mar y el sol, también empleados para complementar el tratamiento farmacológico. "Se sabe que bajo ciertas condiciones los baños de sol son recomendables para los pacientes, quienes también pueden utilizar el agua de mar porque es muy beneficiosa si se aplica localmente en las zonas de la piel afectadas por la enfermedad".

La vía local también es eficaz para administrar otros productos que combaten esta patología crónica, hasta el momento sin posibilidad de curación.

Y es en este capítulo donde se incluye un verdadero arsenal de sustancias verdes como el aloe vera, el lapacho (presente en la corteza de esta planta) y otros vegetales con acción sistémica o generalizada sobre el organismo como la zarzaparrilla, el cardo mariano, la cúrcuma y, también, la calahua- ya. "Esta es la planta, por excelencia, para tratar la psoriasis. Es originaria de Centroamérica y se puede adquirir en herbolarios".

A estos depurativos naturales, indispensables para proporcionar a los órganos y la piel una situación de salud óptima, se pueden sumar otros. "Son los depurativos clásicos", explica Jorge Cruz, "que muchas personas utilizan con frecuencia y consumen en sus hogares, como la ortiga, la cola de caballo o el diente de león".

El tratamiento natural puede liderar la actuación médica contra la psoriasis o complementar la de la medicina convencional. Dependiendo de cada caso, tras varias semanas de aplicación de los métodos de recuperación naturista, se puede conseguir mejorar de la dolencia.

Una enfermedad que está en el origen de una de cada diez consultas dermatológicas, que inflama la piel en similar proporción de hombres y mujeres y que tiene su rango de máxi-ma frecuencia en el tramo de edad de entre 22 y 55 años. "Puede llegar a ser bastante condicionante porque afecta de forma importante, en los episodios más graves, a la calidad de vida del paciente", reconoce el médico.

Esta patología de causa desconocida también puede ver beneficiado su pronóstico con la aportación de suplementos o complementos dietéticos, igual que otras muchas enfermedades.

En el caso de la psoriasis, los más indicados son los ácidos grasos omega 3, el aceite de linaza, las enzimas digestivas, los prebióticos y probióticos y los antioxidantes. "Los del primer grupo se concentran en el pescado azul, como la caballa, la sardina o el salmón", explica Jorge Cruz. También en los aceites de pescado. Además, los omega 3 protegen frente al cáncer y los trastornos cardiovasculares.

Por su parte, la papaína es una de las enzimas digestivas indicadas para proporcionar una buena digestión y la asimilación de nutrientes necesarios para combatir la enfermedad de forma natural.

Y en cuanto a los antioxidantes, su presencia está generalizada en las frutas y verduras de consumo habitual, por lo que en un tratamiento de este tipo son aún más indicados.