El cantante Caco Senante es firme en su defensa del derecho de propiedad intelectual y desmiente algunos tópicos que en los últimos meses han surgido en relación a la Sociedad General de Autores (SGAE).

- Recientemente dos restaurantes asturianos denunciaron a la SGAE por los precios abusivos que les cobraban por poner música en las bodas.

- Sí, pero cuando publicaron esa noticia los restaurantes ya habían retirado la denuncia. Y eso no lo sacaron. Lo que pasa es que dar una buena noticia sobre la SGAE no es una noticia para los periódicos. Aquí hay que enarbolar noticias como, por ejemplo, que a un peluquero la SGAE le quiera cobrar seis euros. Ese es el gran problema de este país. Un señor que corta el pelo y no pone música no tiene que pagar nada. Pero si va a poner música está ofreciendo un servicio a sus clientes que le compensa, como los periódicos y las revistas que pone a su disposición y que compra. Lo único que hay que regalar aquí es el talento de los autores. Yo estoy de acuerdo con que la música sea gratis, cuando la vivienda y la comida sean gratis.

- Y como miembro de la SGAE, ¿qué le parece que los internautas vayan a recurrir ahora la Ley Sinde al Tribunal Constitucional?

- La impresión que me dan los internautas con todo esto es que aspiran a tener webs donde vayan a cometer delitos. De lo que se habla en esa ley es de cerrar páginas webs que están realizando un comercio ilegal y que están recibiendo cantidad de dinero a costa de no pagarles derechos a los autores.

- Sí, pero los internautas argumentan que, al ser una decisión administrativa, puede haber un color político detrás.

- A quién se le ocurre pensar que una administración, sea del color político que sea, se vaya a meter en un fregado de esas características. Estamos hablando de alguien que está cometiendo un delito. Si en vez del PSOE estuviera el PP se perseguirían esos delitos. Estamos hablando de alguien que comete un delito y de que hay que perseguir el quebrantamiento de los derechos de autor. Eso no es un invento de nuestro país, sino que está en toda Europa.

- ¿Y por qué cree que esto no ocurrió cuando se aprobó una ley similar a ésta en otros países europeos?

- Esto no pasó en Francia o Alemania porque este país, además de inventar la picaresca, es un lugar en el que la gente no quiere pagar. La SGAE tiene 5.000 litigios al año, y la sociedad alemana, inglesa o francesa no llega a 200. Eso demuestra que esos países tienen una cultura ciudadana sobre el respeto al derecho de autor, a alguien que tiene la capacidad de inventar. El canon fue un invento alemán de hace más de 50 años y surgió cuando se inventó el reproductor de casetes, cuando se dieron cuenta de que ese disco se podía grabar infinidad de veces y al padre de la criatura se le estaba perjudicando. Ese invento trajo muchos más inventos. Pero además es que lo que hay que pagar es una cantidad ínfima. Lo lamentable es que estemos en una sociedad en la que un señor prefiere estar 8 horas para bajarse una película, y que a lo mejor al final es una mala grabación, que pagar 90 céntimos o 1 euro por hacerlo de forma legal y garantizar una buena copia. Lo mejor es pavonearse de tener una película gratis. Yo creo que hay que revisar el comportamiento de la sociedad española.

- ¿Y el trabajo de la gente que se gana la vida haciendo páginas, programas, etc.?

- El argumento de ellos es que si pueden conseguir una cosa gratis por qué no hacerlo. Pero eso nace de un planteamiento equivocado porque habría que tener el permiso de quien lo hizo. Los internautas son una asociación que a lo mejor caben en un taxi. Hacen mucho ruido y la red de Internet es propicia para eso. Dicen que tienen 34.000 firmas y como no lo pueden demostrar a lo mejor son sólo 34. Las películas ya están preparadas para bajarse muchas veces antes de que se estrenen. Si existieran alternativas para hacerlo legal, por qué no hacerlo. Nadie me puede decir que puede entrar a El Corte Inglés y coger lo que quiera sin pagarlo.

- El Tribunal Europeo también ha emitido una sentencia en la que aborda el tema de las copias privadas.

- Sí, y hubo un titular afirmando que "la SGAE pierde". Primero que no es la SGAE, sino ocho entidades de gestión que están ahí. Y no se ha perdido nada ya que la sentencia lo único que hace es reconocer el derecho de los creadores y después buscar una solución para aquellos que no hacen uso de los soportes libres para copias privadas. Eso ya se da en Suecia y Finlandia, que siguen dos sistemas diferentes. En Suecia pagas y luego acreditas que no lo utilizas como copia privada, sino como material profesional, y entonces la administración te devuelve lo pagado.