Expoliar se va a acabar. Éste podría ser el eslogan que movió al Cabildo grancanario a iniciar los trabajos para confeccionar la Carta Arqueológica Subacuática de la Isla, cuyos resultados fueron presentados ayer en la Casa de Colón. En una primera fase, se han documentado los pecios conocidos por todos, que son una docena con importancia histórica, y se ha prospectado la costa de San Bartolomé de Tirajana. Hay mucho pasado sumergido esperando a ser interpretado. Los investigadores tienen ahora una herramienta para conocer dónde se hundieron estos navíos y en qué estado se encuentran. Más de uno se enfundará en su neopreno y querrá margullar en la historia.

Lo primero que hay que dejar claro es que la información obtenida por la empresa encargada del proyecto, Mediterráneo Servicios Marinos, no será divulgada con todo detalle a la opinión pública. La explicación es que no se quiere facilitar un mapa del tesoro a los expoliadores, aunque, quizá, estos ya saben dónde está hasta la última monedita... Posiblemente, haya más patrimonio en los salones de algunas casas que en el fondo del océano. "En algunos casos, esos daños han sido inconscientes, pero, en la mayoría de las ocasiones, las personas que lo cometen saben perfectamente que ese recuerdo no es suyo", explica Ernesto Martín, director general de Patrimonio del Cabildo, que está convencido de que la mejor manera de acabar con estas prácticas es la educación.

¿Pero qué es lo que esconden las aguas de Gran Canaria? Quien mejor lo sabe en este momento es Sergio Olmo, arqueólogo submarino y director de la carta, que ha recopilado todos estos datos en un libro que también se presentó ayer. Para Olmo, lo más importante de este trabajo es que se está comprobando cuál es el verdadero estado de pecios como el Ville de Pará (hundido en 1884), el Alfonso XII (1885), el Kennet o el Sud-América (ambos perdidos en 1888). "Nos hemos llevado una sorpresa con el pecio hundido en la playa del Burrero, porque se creía que estaba en muy mal estado y, sin embargo, se conserva buena parte de los restos".

La iniciativa se dotó de 159.000 euros en esta primera fase, "ahora depende de la corporación que entre en mayo y del Gobierno de Canarias, que también debe implicarse en la protección del patrimonio subacuático", argumentó ayer Luz Caballero, consejera de Cultura del Cabildo insular.

En cuanto a la repercusión que este trabajo pueda tener de cara a la reconstrucción del pasado de las Islas, Ernesto Martín recuerda que "si hay algo que defina el carácter insular de nuestro Archipiélago es el patrimonio subacuático". Sin embargo, no hay en estos momentos ninguna investigación en marcha tomando como base los datos obtenidos en la carta. "Tenía una alumna de la Universidad que estaba interesada en hacer una tesis sobre esto, pero no existían las herramientas necesarias, quizá a partir de ahora será más fácil", concretó el director general de Patrimonio, que señaló el deseo de que su área cuente en el futuro con un técnico especializado en la arqueología submarina.