Dos de cada diez perros padecen de dirofilariosis cardiopulmonar, comúnmente conocida como enfermedad del gusano del corazón, una dolencia que puede resultar letal para el animal y que precisa de una adecuada profilaxis para evitar su declaración y desarrollo.

Un equipo de la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC), dirigido por José Alberto Montoya Alonso, catedrático de Medicina Animal, ha logrado completar el primer estudio epidemiológico de la patología en la población canina de la isla de Gran Canaria.

Según este estudio, un 19 por ciento de los perros que viven en el ámbito doméstico enferman por el gusano del corazón, una prevalencia considerada aún elevada pero que ha reducido en varios puntos los registros que tradicionalmente tenía la dirofilariosis en la isla.

"El descenso ha sido lento, pero se ha logrado gracias a la concienciación de la gente sobre la gravedad de la enfermedad y de que se puede evitar con medidas preventivas", explica Elena Carretón Gómez, estudiante de doctorado y becaria de investigación.

Esta joven investigadora, junto a Tara de León Santana y Sara Pérez Alberto, estudiantes de Veterinaria, han sido distinguidas por la realización de este estudio epidemiológico con el Premio al Mejor Trabajo de Investigación del I Congreso Nacional de Alumnos de Veterinaria.

Gatos

El trabajo Seroprevalencia actual de Dirofilaria immitis en animales de compañía en la Isla de Gran Canaria llevó al equipo veterinario dirigido por el catedrático Montoya Alonso a buscar, analizar y contrastar durante dos años las muestras recogidas en el trabajo de campo.

También la población felina, aunque en menor medida, fue objeto de investigación. De ella se desprendió que alrededor de un 30 por ciento de estos animales domésticos padece la enfermedad.

En el caso de los gatos la dirofilariosis está incrementando su prevalencia y ello se puede atribuir al desconocimiento de los dueños de estos animales de que es una patología que también afecta a la población felina y a la adopción, en consecuencia, de medidas profilácticas.

"Hicimos pruebas de sangre a entre 400 y 500 perros. También recabamos muestras de unos 200 gatos", unas extracciones que se llevaron a cabo en clínicas especializadas y en el hospital veterinario del centro universitario.

De su análisis y estudio el equipo investigador confirmó la reducción de la prevalencia de la enfermedad del gusano del corazón en perros.

"Es el registro más bajo de incidencia de la enfermedad que hemos tenido nunca, al menos de los históricos que conocemos, aunque un 19 por ciento es aún mucha prevalencia para una patología", señala Elena Carretón Gómez.

El descenso de la incidencia de la enfermedad ha sido lento y progresivo a lo largo de los últimos veinte años hasta conseguir rebajar al 19 por ciento la incidencia.

Pero la labor preventiva de los veterinarios en sus consultas y centros de trabajo y la información que manejan los dueños de los animales han hecho posible que la afectación por el gusano del corazón se reduzca.