Brujos, guerreros, colegialas, heroínas... y así hasta un sinfín de personajes se dan cita durante este fin de semana el Recinto Ferial de Las Palmas de Gran Canaria (Infecar) en la celebración de la 4ª Edición del Salón Manga de la isla.

Tres días en los que la organización espera que lleguen hasta 6.000 jóvenes a los tres pabellones destinados a este evento. "La acogida ha sido espectacular desde el principio y cada día hemos ido casi duplicando la asistencia", explica Adel, miembro de Fata Factory, la empresa organizadora.

Llegados desde diferentes puntos de Gran Canaria, grandes y pequeños no dudan en ponerse las mejores galas para imitar a sus ídolos de cómic y videojuegos hasta en el más mínimo detalle. "La caracterización me la hago yo mismo con telas y cogiendo partes de otros disfraces" cuenta Steven sobre su disfraz del protagonista de Dragon Ball.

Una ocasión única en la que muchos visitantes adquieren prendas y accesorios difíciles de conseguir en los comercios habituales. "Como es una moda "especial", para citas como estas preparamos puestos en los que traemos ropa de fuera y así mostramos un poco las tendencias que se van llevando", explica Alicia, encargada del stand de ropa femenina Lolita Boudoir.

Dentro de las instalaciones la oferta de ocio es de lo más variada. Desde talleres de dibujo, manualidades y fotografía hasta exposiciones, conciertos y concursos de graffiti en los que la temática anime es, sin duda, la gran protagonista. "Lo bueno del ambiente de eventos como este es que la gente que a la que nos gustan los cómics y los dibujos manga nos sentimos como en casa. Aquí nadie se burla de ti ni te marginan. Todos somos uno y venimos a divertirnos con lo mismo" explica Liawa.

También las nuevas tecnologías tienen su lugar destacado en este salón temático, donde los visitantes pueden probar los últimos videojuegos del mercado y las consolas de nueva generación. Un entretenimiento al que se suma otro clásico del manga: los juegos de rol en vivo y en mesa.

En definitiva, un lugar lleno de fantasía en el que, aunque sea por un par de días, todos los asistentes han podido ponerse en la piel de su más querido ídolo japonés.