El Gobierno autónomo afirmó ayer estar preparado para salvar los efectos de eventuales ciberataques como los propiciados en los últimos días por la red internacional de hacktivistas 'Anonymus' en España.

Los últimos sitios atacados, provocando el bloqueo en el acceso de los internautas, fueron en la madrugada del pasado domingo la web del Cuerpo Nacional de Policía (www.policia.es), el sitio del Instituto Nacional de Empleo (www.inem.es) y el del Servicio de Empleo Estatal (www.sepe.es).

Fuentes de la Dirección General de Telecomunicaciones y Nuevas Tecnologías afirmaron ayer que el sistema que sostiene la administración electrónica y los sitios corporativos del Ejecutivo están preparados.

"Desde el Gobierno de Canarias", señalaron las fuentes, "se combinan diversas estrategias para mitigar los posibles efectos de un ataque de este tipo además de contar con dos buenas conexiones a Internet, una en cada provincia" .

Asimismo, añadieron las fuentes que "el Gobierno tiene implementadas las medidas adecuadas para hacer frente a este tipo de agresiones".

En otras instituciones los recientes ataques de 'Anonymus' también están teniendo un 'seguimiento' especial. "Por suerte hay medidas para detectar esos ataques y actuar contra ellos", según manifestó ayer a este periódico José Miguel Santos, director de Política Informática de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC).

No obstante, Santos matizó que "el blindaje total no existe" para hacer frente a ciberataques que "son el pan nuestro de cada día", porque "no se puede tener al mismo tiempo razonablemente abierto y usable un sistema informático con una seguridad infalible. En principio porque la seguridad, en ese y cualquier ámbito, no se puede contemplar como una condición permanente de las cosas".

Los ataques de intrusos a la red de la Universidad grancanaria han sido prácticamente nulos en los últimos tiempos y, en cualquier caso, no han derivado en problemas serios.

Sin embargo, el responsable de Política Informática de la ULPGC puso como ejemplo los ataques de phishing que arrecian desde hace tres años con el propósito de capturar contraseñas de las direcciones de correo electrónico de los usuarios de la red universitaria. "Hasta entonces esta práctica era inexistente en la Universidad. Pero ahora también somos objetivo y se produce una oleada de ataques cada mes".

Los técnicos del servicio informático de la ULPGC, medio centenar de trabajadores, disponen filtros antispam que refuerzan además el soporte que ofrece desde octubre pasado la Red Académica y de Investigación Estatal (RedIRIS), disponible para las más de 400 instituciones afiliadas, un servicio centralizado de protección bautizado como Servicio Lavadora.

La replicación de sistemas y las copias de seguridad diarias de la información son las otras herramientas para hacer frente a los ciberataques. "Y la seguridad de las personas, con un buen uso de las contraseñas".