| Control. La Comisión Europea realizó entre 2009 y 2010 un programa de control en crustáceos en el que se evidenció que los niveles que se hallaron en la carne del interior del caparazón del tipo de cangrejos eran muy altos y variables. De tal forma que, por término medio, el contenido de cadmio en esta carne era de 8 miligramos por kilo frente al nivel de 0,08 miligramos por kilo localizado en la carne blanca de los apéndices. Por su parte, el de las huevas no se consideró elevado.

| Cuádruple. La situación en otros crustáceos, como las gambas y similares, no es tan extrema como con los cangrejos pues el consumo de la cabeza con respecto al abdomen es menor. Si se come la cabeza supone 4 veces lo que hay en el abdomen.