La inflamación de la próstata se presenta cada vez más en población masculina juvenil por, entre otras causas, prácticas sexuales tendentes a la contención de la eyaculación con el propósito de prolongar el orgasmo.

Las consultas de los especialistas en Urología reciben con más frecuencia en los últimos años a este tipo de pacientes en los que pueden coincidir, además, otras causas como aguantar las ganas de orinar, no beber agua abundante y el sedentarismo.

El urólogo Francisco Juárez del Dago se refirió ayer a este tipo de pacientes que están llegando a las consultas y subrayó que la prostatitis "es el padecimiento más habitual en el varón joven" que, como regla general, "debe acudir al urólogo cada vez que tenga un problema", no por que las autoridades sanitarias y los especialistas recomienden una edad determinada para la revisión.

La hinchazón del órgano glandular y muscular situado en el aparato reproductor masculino responde en este tipo de pacientes a hábitos, además de relacionados con la actividad sexual, con otros muy extendidos en la población en general.

En este sentido, Juárez del Dago se refirió a la costumbre de "calentar la silla": estar muchas horas sentado, normalmente ante un ordenador, y aguantar las ganas de orinar lo que puede tener repercusión en la próstata.

Con todo, el urólogo señaló que la deshidratación "es una gran causa" de la prostatitis entre hombres jóvenes, no así la hiperplasia benigna, un crecimiento celular más común a partir de la madurez.

De tal forma que a partir de los 40 años, la tendencia al crecimiento de la glándula comienza a tener mayor incidencia.

El especialista recordó, en este sentido, que se sabe que a partir de los 45 años la mitad de los hombres, aproximadamente, van a desarrollar prostatismo, el principal origen de la incontinencia urinaria.

Según Juárez del Dago, "de cada diez de ellos, tres se verán abocados al tratamiento quirúrgico", pese a que en las últimas décadas los avances en la medicación para abordar la hiperplasia han permitido combatir sus efectos, además de los problemas para miccionar, los síntomas de irritación.

En este sentido, el urólogo adelantó que antes de que finalice el año se comercializarán fármacos combinados de bloqueantes Alfa uno y anticolinérgicos, entre otros, que aumentarán su potencial efectividad.

Respecto a las técnicas quirúrgicas el especialista afirmó que "el futuro es el láser" frente a una cirugía más invasiva como la que supone la Resección Transuretral (RTU-P).

No en vano, Juárez del Dago ha realizado desde marzo de 2007 alrededor de 200 intervenciones con láser verde, una alta energía capaz de eliminar el tejido anormalmente crecido de la próstata, que obstruye la vejiga y provoca en el paciente problemas para orinar, reduciendo la morbilidad, los efectos secundarios y la estancia media en el centro en el que se practica la intervención.

En este sentido, desglosó sus ventajas. "Implica un corto tiempo de ingreso hospitalario, menos de 24 horas; no hay limitación del tiempo quirúrgico para el cirujano; y la anestesia epidural permite intervenir a pacientes de avanzada edad".