El Hospital Universitario de Gran Canaria Doctor Negrín ha sido pionero en España en poner en marcha una consulta de Neurooftalmología, que atiende de forma integral a pacientes con problemas oculares ocasionados por trastornos neurológicos.

La medida, fruto de la iniciativa del oftalmólogo Luis Tandón y el neurólogo Ayoze González, pone fin al peregrinaje de muchos pacientes con problemas de visión de origen neurológico que iban de la consulta de oftalmología a la de neurología y viceversa, sin que nadie diese con la raíz del problema. "Cada jueves pasamos juntos la consulta, hacemos la exploración, tomamos las decisiones de forma consensuada, pedimos las pruebas que consideramos necesarias y el seguimiento también lo hacemos en conjunto. Esto supone una gran ventaja para el paciente que no tiene que ir de una consulta a otra sin que nadie se haga cargo de él. En una sola sesión tiene a los dos especialistas", afirmó el doctor Ayoze González.

Con dicha medida se ahorran tiempo y recursos sanitarios, además de agilizar el diagnóstico de patologías neurológicas que cursan con alteración de la vista, como son los infartos, tumores cerebrales, esclerosis múltiple e inflamación del nervio óptico. "Además, hemos logrado establecer un protocolo de seguimiento de un grupo de enfermedades que antes no se sabía muy bien a dónde derivarlas y ahora las seguimos los dos a la vez. Son alteraciones de la función visual en pacientes con tumores intracraneales, hipertensión intracraneal idiopática, etc".

Durante el año y medio que lleva funcionando, más de 700 pacientes han utilizado este recurso del Negrín, con el objetivo de encontrar un denominador común para síntomas y signos aparentemente no relacionados que incluyen alteraciones de la función sensorial visual, motora o ambas. Los motivos de consulta más frecuentes son la pérdidas de visión en uno o en ambos ojos, visión doble, caída del párpado o dolores oculares. Respecto al diagnóstico, los más frecuentes son la neuropatías ópticas (problemas del nervio óptico), "y hay un grupo de enfermedades menos frecuentes, pero importantes, como esclerosis múltiples que empiezan por inflamación del nervio óptico, o miastenias graves".

Además, se han introducido técnicas diagnósticas, como los tests de colirios para las alteraciones pupilares, o la realización de la tomografía de coherencia óptica para el diagnóstico y seguimiento de patologías como la neuritis óptica (inflamación del nervio óptico) o la hipertensión intracraneal idiopática.