Demiurge es una base de datos genética de todas las especies de fauna y flora del planeta. Se trata de una enciclopedia virtual gratuita, pionera en el mundo, que se nutrirá de las aportaciones de científicos de dentro y fuera de las fronteras canarias, y que cuenta con un equipo de expertos que velan por su calidad. Esta iniciativa parte del grupo de Biodiversidad Molecular y Banco de ADN del Jardín Botánico Canario Viera y Clavijo de Gran Canaria, junto a informáticos del Instituto Tecnológico de Canarias (ITC), que han desarrollado el software Transformer-4, para la gestión rápida y sencilla de estos datos.

"Acaba de ponerse en marcha y ya cuenta con 109 referencias de especies canarias, de las que el 10% están en peligro grave de extinción", explicó ayer Juli Caujapé, responsable del grupo de investigación que ha impulsado el proyecto. "Demiurge es una palabra inglesa que viene del griego y que define a un dios o semidios que pone orden en el caos para hacerlo comprensible", aclaró.

El científico considera que "esta herramienta va a evitar que muchos datos se vayan por el desagüe, vamos a exprimirlos y a analizarlos, gracias, en gran parte, al software Transformer-4, que, por fin, nos ha proporcionado un sistema estandar, que antes no existía, para el análisis de casi cualquier tipo de diversidad genética". En esta web (http://www.demiurge-project.org) se podrán encontrar datos genéticos de animales y plantas de tierra, aire y agua.

Si un científico de cualquier parte del mundo quiere que sus investigaciones estén accesibles en esta enciclopedia genética virtual puede subir los contenidos. Luego, todo es revisado por especialistas. En estos momentos, este grupo de expertos está analizando dos compendios (fichas que pueden contener más de cien referencias), y ya se han registrado visitas de investigadores de Estados Unidos, Francia, Alemania, Suiza, Reino Unido y, por supuesto, el resto de España.

El proyecto ha sido financiado en un 85% por fondos europeos, dentro del programa Cooperación territorial transnacional Madeira-Azores-Canarias, a los que se han sumado algo más de 190.000 euros por parte del Gobierno de Canarias y 200.000 euros del Cabildo de Gran Canaria. En este proyecto se han implicado, además, cinco empresas isleñas. "Nos sentimos especialmente orgullosos de que haya participado capital social en este proyecto, porque es un inmejorable ejemplo de la conexión entre la investigación y las empresas", indicó María del Mar Arévalo, consejera de Medio Ambiente del Cabildo Insular.

Juan Francisco Rodríguez, del ITC, señaló que "hace tiempo que estamos colaborando con el Jardín Botánico y hemos acogido con mucho cariño este proyecto, ya que es un mundo que nos era desconocido y nos ha apasionado conocerlo y participar en este proyecto".

Utilidad y protección

"Una de las mayores amenazas para las especies es su pérdida de diversidad genética, porque esa merma les impide adaptarse a los cambios o, incluso, si se reduce demasiado la biodiversidad, mantenerse vivas. Se producen problemas de fertilidad de polen o de germinación de semillas. Simplemente por factores genéticos intrínsecos", reveló David Bramwell, director del Jardín Canario. "Esta herramienta nos sirve para hacer un seguimiento de las poblaciones. Podemos avisar de cuando el semáforo pasa de verde a amarillo y evitar males mayores", agregó.

Y es que, aunque la extinción es consustancial a la evolución, y toda especie, por el hecho de surgir o aparecer, está en peligro de extinción, "la acción del hombre acelera los peligros a los que se ve sometida una especie, porque los cambios suceden a una velocidad a la que las especies no están acostumbradas y no tienen capacidad de reacción genética", continuó Juli Caujapé.

Este banco de datos genéticos servirá para diseñar las líneas de protección de las especies, junto a otras medidas como la conservación de genes en bancos de germoplastia, o la de colecciones vivas, como las que tiene el Jardín Botánico Canario Viera y Clavijo. Estas herramientas pueden ser la última oportunidad de especies en peligro de extinción.