El Gobierno de Canarias puso en marcha ayer un plan de evacuación para el municipio herreño de Frontera, ante el riesgo de desprendimientos asociados al fenómeno sísmico volcánico que vive la Isla. La orden afectaba en principio a unas 300 personas de los barrios de Las Puntas, Pie Risco, Pozo de la Salud y Guinea, que iban a ser realojadas en la residencia escolar de Valverde y en el cuartel de La Caldera. Al cierre de esta edición, la evacuación se realizaba finalmente sobre 53 personas, de las que 36 optaban por alojarse en casas de familiares.

El Ejecutivo regional ha fletado un barco, que sale hoy de Santa Cruz con un operativo de la Cruz Roja que incluye un albergue y un Puesto Médico Avanzado, entre otros materiales de campaña.

Según una nota de prensa del Gobierno de Canarias, la situación de alerta se mantiene en color amarillo por la intensidad de los movimientos sísmicos y por las deformaciones del subsuelo debido a la masa magmática. El Instituto Geográfico Nacional (IGN) dio cuenta ayer de un alteración de una magnitud de 3,6° Richter al sur del municipio de Frontera, localizada en el mar a 11 kilómetros de profundidad. Los temblores, que en otros casos tuvieron una intensidad II y III, fueron percibidos por la población, según un nota del Centro Coordinador Emergencias y Seguridad (Cecoes).

Las evacuaciones en Frontera por peligro de desprendimientos tienen carácter preventivo. A dicha área de población, en caso de erupción, sólo se podría acceder por vía aérea para un acceso rápido. Su principal carretera de unión con Valverde es el túnel Los Roquillos, que fue cerrado anoche por el Cabildo Insular de El Hierro como medida de seguridad.

El Gobierno canario, por otra parte, insistió ayer que la situación es de prealerta y que "no se espera una erupción inminente". La población recibe desde hace días instrucciones sobre cómo actuar en caso de un seísmo de alta intensidad, y cómo deben protegerse tanto en sus casas como en el exterior.