El supercomputador canario Atlante, instalado en el edificio central del Parque Científico Tecnológico del campus de Tafira de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC), apenas tiene un rendimiento del 46,5 por ciento más de dos años después de su entrada en funcionamiento.

Capaz de realizar tres billones de cálculos en un segundo y con un coste en 2009 de un millón de euros, el supercomputador canario no ha tenido la respuesta prevista entre investigadores de instituciones públicas y las empresas dedicadas a la I+D en el Archipiélago, según reconoció ayer Juan Ruiz, director de la Agencia Canaria de Investigación, Innovación y Sociedad de la Información (Aciisi) del Gobierno autónomo.

"Tiene un uso por debajo de lo previsto y la experiencia hasta ahora es agridulce", reconoció Ruiz ayer, coincidiendo con la celebración de la Jornada de Difusión de la Red Española de Supercomputación (RES) en Canarias en el campus de Tafira, que hoy se repetirá en Tenerife.

Este foro fue organizado por RES, en coordinación con el Centro de Supercomputación de Barcelona (BSC), y con el Instituto Tecnológico de Canarias (ITC), la ULPGC y el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC).

La publicación de experiencias de los equipos científicos que hasta ahora han utilizado Atlante sirvió para alentar al resto de investigadores y empresas canarias que trabajan en el campo de la I+D. "Hay que intentar promover el aprovechamiento de esta infraestructura, que ofrece grandes ventajas en el desarrollo de proyectos científicos, y analizar, al mismo tiempo, qué es lo que está pasando para que no se hayan cumplido las expectativas", señaló Ruiz.

Durante 2009, primer año de entrada en servicio del supercomputador, este proporcionó un millón trescientas mil horas de cálculo. Al año siguiente, registró un uso de un millón ochocientas mil horas.

Esta utilización supuso sólo un 46,5 por ciento sobre el total de su capacidad, aunque incrementó en un 30 por ciento la ratio del año anterior.

El Gobierno se decidió en 2009, de acuerdo con las dos universidades canarias, a poner a disposición de los investigadores este supercomputador para la resolución de problemas de ciencia e ingeniería de gran complejidad de cálculo.

Pero dos años después su consulta es más elevada por parte de investigadores de fuera del Archipiélago. De hecho, según los registros de uso de 2010, la Red Española de Supercomputación ocupó el 27,7 por ciento de la disponibilidad para realizar operaciones, representando mucho más que las consultas que realizaron juntos el personal de la Universidad de La Laguna (un 14 por ciento), el Instituto Tecnológico de Canarias (con un 5,6 por ciento) y la ULPGC (con un 2,8 por ciento).

Las razones de la infrautilización de Atlante podrían estar en que ya muchos equipos de investigación de las Islas resuelven de forma artesanal, empleando otras redes de cálculo de envergadura menor existentes con anterioridad al supercomputador, las operaciones que demandan sus proyectos. "Y que manejar Atlante requiere un adiestramiento al que hay que dedicarle tiempo", según el director de la Aciisi.

Mientras, Atlante gana en obsolescencia al mismo tiempo que mantiene su infrautilización. "Por eso es muy importante sacarle partido, porque los costes son significativos y su rendimiento poco demandado".

No obstante, el supercomputador "es un proyecto joven. Habrá que ver en los próximos meses si va incrementando el uso. Si es así fortaleceremos la infraestructura. El Gobierno, a corto plazo, seguirá apoyándolo", señaló Juan Ruiz. Pero a medio plazo, si no hay progreso con indicadores de rentabilidad, la instalación no será renovada.

El convenio entre el ITC y la Universidad grancanaria para la instalación de Atlante se firmó por un periodo de 10 años y tendrá vigencia hasta 2017.