No había nada que impidiera a Steve Jobs seguir el camino de su corazón: "Tenéis que encontrar lo que amáis. Y eso es tan válido para el trabajo como para el amor", dijo en su ya mítico discurso de graduación impartido en la Universidad de Stanford el 12 de junio de 2005. "Yo que nunca me licencié", les aseguró Jobs a los atónitos estudiantes, inconscientes de que ese discurso daría la vuelta al mundo y se convertiría en un ejemplo de oratoria sin precedentes en el mundo del liderazgo. Para entonces ya le habían detectado el cáncer. Pero desde mucho antes ya había elegido el camino del riesgo como filosofía.

Sí, el riesgo fue el camino elegido por Jobs para encontrar el éxito. Pero una vez encontrado, el aburrimiento lo llevaba a volver a arriesgarse, como la pescadilla que se muerde la cola: el riesgo lo llevaba al éxito, pero el éxito lo aburría y entonces volvía al principio. "Probablemente la muerte es la mejor invención de la vida", decía aquel hombre que tenía los meses médicamente contados. Y entonces no veía motivos para no arriesgarse.

Cuando Steve Jobs fue despedido de Apple, la empresa de la que era cofundador y que tomó partido a favor de un trabajador al que el propio Jobs había contratado, decidió que había que reinventarse una vez más: "La pesadez de tener éxito fue reemplazada por la iluminación de ser un principiante otra vez. Eso me liberó y entré en una de las etapas más creativas de mi vida". Tan creativa que a Apple no le quedó más remedio que volver a ponerse en manos de Jobs, después de que éste les demostrara que las apuestas por la mediocridad caducan pronto.

Lejos de pensar que el despido era el final, aún sin comprender cómo la empresa que había fundado se puso en manos de la mediocridad que tanto detestaba, Jobs hizo de la desgracia la virtud. Un hombre como él, que es capaz de revertir un despido en el mejor momento profesional de su vida debe tener algo diferente al resto, como sus productos de Apple. Y todo se resume en una frase: "La única forma de hacer un gran trabajo es amar lo que se hace". Aun a riesgo de morir.