Una erupción volcánica a más de mil metros de profundidad puede ocasionar la emigración de especies que habiten en la zona hacia aguas más frías, aunque se desconoce qué tipo de vida existe por debajo de los cien metros.

Así lo manifestó ayer el experto en biodiversidad marina de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria Ricardo Haroum, en referencia al fenómeno volcánico que está sufriendo la isla de El Hierro a cien kilómetros de La Restinga y a cerca de 1.200 metros de profundidad.

"Por desgracia no tenemos información precisa a partir de los cien metros de profundidad en Canarias. No obstante es previsible que si existen peces, pulpos, calamares gigantes, cetáceos... especies que se mueven por sus propios medios, emigren a otras zonas más seguras si existe una auténtica erupción, al igual que cuando hay un incendio en tierra, los animales se desplazan a otras áreas", afirmó el biólogo de la ULPGC.

Haroum indicó que, de existir corales o esponjas de profundidad, quedarían destruidas si finalmente hay una erupción volcánica de lava, "pero, insisto, no sabemos con certeza lo que hay a esa profundidad en el mar de Las Calmas. Hay estudios hasta cien metros de profundidad, pero más abajo es el gran desconocido", subrayó.

El especialista en biodiversidad marina asegura que existen muchas variables desconocidas que impiden hacer una pronósticos sobre el alcance de una erupción volcánica en la reserva marina de La Restinga.

"No sabemos ni el volumen ni la intensidad de lo que pueda estar sucediendo. Lo normal es que los animales móviles se irán desplazando, incluso en la columna de agua producida por un cúmulo de gases, pero todo depende de cómo vaya evolucionando en intensidad y potencia de emisión de materiales por la erupción. Si tiene magma, la temperatura cercana a la zona será más caliente pero conforme te alejes enseguida se enfría".

A partir de la información registrada tras la erupción volcánica en La Palma en 1971, Haroum destacó que la zona marina afectada se repobló al año del suceso con las mismas especies que existían anteriormente. "Después de lo de La Palma, que el volcán salió en tierra y agrandó la isla, al año la roca volcánica estaba fría y se fue colonizando con el mismo tipo de vegetación marina que había en el entorno. Supongo que aquí pasará lo mismo, después de que se enfríe, volverá a recolonizarse, aunque en un tiempo más lento que en la zona de superficie al haber, a más de mil metros, menos luz que hace que los metabolismos sean más lentos".

Un fenómeno importante que condiciona los poblamientos biológicos que existen en El Hierro es la temperatura de sus aguas, que son más cálidas que en el resto del Archipiélago canario, en unos dos grados. Esto hace que aumente la presencia de especies tropicales de manera más abundante que en el resto de las islas, tales como el gallo oceánico, el tamboril espinoso, el pez trompeta, el salmonete amarillo, así como varias especies de cángridos tropicales, cabositos tropical y la langosta herreña, que son relativamente abundantes en las aguas de El Hierro.

Otro factor importante que influye en la presencia de especies es la proximidad de aguas oceánicas abiertas, lo que permite avistar con relativa frecuencia especies pelágicas migratorias, como las mantas, el tiburón ballena, atunes y petos.