Através de la voz se pueden diagnosticar enfermedades como el alzheimer o el Parkinson, evaluar el éxito de un tratamiento, o la progresión de la enfermedad. Así lo manifestó el ingeniero Pedro Gómez Vilda, catedrático del Departamento de Arquitectura y Tecnología de Sistemas Informáticos de la Universidad Politécnica de Madrid en el Congreso internacional tecnológico sobre procesamiento del habla que se celebra en la capital grancanaria, organizado por el Instituto para el Desarrollo Tecnológico y la Innovación en Comunicaciones (IdeTic) de la Universidad de Las Palmas.

"Cuando una persona sufre un deterioro neurológico como el alzheimer, se pierden facultades de comunicación verbal de manera paulatina. Eso quiere decir que nuestro cerebro informa de su estado a través de la comunicación de la voz. A través de la ingeniería informática podemos monitorizar el proceso y adquirir conocimiento acerca de cuál es el resultado de una medicación, si es efectiva o no, si es necesaria una evaluación más profunda, y se puede hacer una alerta temprana".

Gómez Vilda, que impartió la conferencia Detección de enfermedades neurológicas y supervisión desde la producción de la voz, dio a conocer las últimas herramientas tecnológicas diseñadas para visualizar el proceso de patologías neurológicas y cuantificar su avance, mediante medidas denominadas correlatos.

El catedrático de la Universidad Politécnica apuntó otras aplicaciones del procesamiento del habla en campos como la criminología. "El habla es una de nuestras pautas de comportamiento y evidentemente a partir de ellas informamos, no solo de qué es lo que queremos decir, sino también en qué situación emocional estamos y quiénes somos. Hay una gran cantidad de biometría escondida dentro de la voz. Nosotros colaboramos de manera regular con los cuerpos de seguridad del Estado en la evaluación forense de la voz, para identificar a posibles delincuentes, en casos de amenazas telefónicas... La voz sería como una huella dactilar, es lo que nosotros llamamos firma de voz".

Gómez Vilda apuntó que uno de los campos en los que el procesamiento de voz aún está por explorar es el comercial. "La voz la utilizamos en casi todas nuestras relaciones comerciales. Cuando recibimos una llamada de alguien que nos intenta vender algo, o si llamamos a un centro muy irritados porque nos han estafado en la cuenta del teléfono, por ejemplo, estamos dando pautas acerca de nuestro estado emocional. Lógicamente, los servicios de atención al cliente deben tomar buena nota de este tipo de cosas, porque dependiendo de la modificación de su conducta hacia el cliente, pueden conservarlo o perderlo. Hay un valor comercial añadido enorme detrás de todo esto", concluyó el catedrático.