La leyenda sobre el abastecimiento de submarinos nazis en Jandía por parte de Gustavo Winter, durante la II Guerra Mundial, ha quedado en eso, en leyenda. Los historiadores han comprobado que estas operaciones no se hacían en la abrupta costa del sur de Fuerteventura, sino en ambos puertos capitalinos, con bastante menos disimulo del que cabría esperar. Pero lo cierto es que algo atrajo las miradas de los espías aliados hacia aquel inhóspito paraje, algo que puso en guardia también a los alemanes y que llegó a las altas instancias del Reichtag, nada menos que a Hermann Goering, lugarteniente de Hitler y comandante supremo de la Luftwaffe.

"En julio de 1941, el Alto Mando de las Fuerzas Armadas alemanas, el mismo que ordenaba las operaciones de abastecimiento para buques de superficie y submarinos en España, se dirige al encargado del Plan Cuatrienal, Hermann Goering, nada más y nada menos, para informarle de que en Canarias se rumorea que un tal Gustavo Winter se dedica a abastecer submarinos en Fuerteventura", explica Juan José Díaz Benítez, historiador de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC), que ha podido acceder a la documentación en Alemania y Estados Unidos. En ese escrito, el Alto Mando añade: "Dado que es dudoso que el proyecto del señor Winter tenga alguna utilidad para Alemania durante la Guerra y que está atrayendo la atención de los servicios de inteligencia enemigos, se ruega insistir para que cesen los trabajos allí y se marchen los alemanes que están en Jandía para volver a Gran Canaria".

La misiva deja claras varias cosas. Por un lado, que el Alto Mando no tiene ni idea de quién es Gustavo Winter y de lo que está haciendo en Jandía. Por otro, que, como ya se ha dicho, no existía ningún tráfico de submarinos en las posesiones del ciudadano alemán, pero no era bueno para las operaciones reales que las Islas estuviesen infestadas de agentes de los servicios secretos británicos. En último lugar, se hace mención de que se conmine a los germanos en la zona a volver a Gran Canaria, por lo que queda patente que algo se cocía. No se sabe si Hermann Goering llamó la atención a Winter o no, lo que sí se cree es que siguieron trabajando en la zona como si tal cosa.

Quien hubiese recibido la reprimenda de Berlín, si es que se llegó a producir, era Alberto Lagenbacher, que era el apoderado de Winter, porque, según se cree, él no estaba en Jandía. Es posible, incluso, que el estallido del conflicto le pillara fuera de las Islas, aunque Díaz Benítez insiste en que eso está aún por estudiar. Además del apoderado, había otros profesionales alemanes trabajando para Winter y el movimiento que se estaba produciendo era, como se deduce de la carta, contraproducente para los intereses nazis.

Las sospechas sobre Winter y su vinculación con el Tercer Reich vienen de antes de la Guerra, cuando plantea su proyecto de industrialización para Fuerteventura. "Era un proyecto tan, tan, tan ambicioso que la gente se mostraba escéptica, sobre todo los británicos. En la documentación diplomática inglesa, ya desde el año 1938, si no recuerdo mal desde 1937, ya aparecen suspicacias sobre las intenciones de Winter con respecto a Jandía", revela Díaz Benítez. "Los despachos decían que era poco probable que tanto alboroto fuera sólo para una explotación económica y que quizá lo que se perseguía era algún tipo de finalidad estratégica, como la construcción de una base submarina, etc. Pero realmente no era así", detalla el investigador.

La realidad es que "él tenía una intención industrial. Por eso, le pidió ayuda económica a Hermann Goering. El negocio estaba funcionando efectivamente como lo que era, una empresa económica". La ayuda que Gustavo Winter cursó al lugarteniente de Adolf Hitler fue concedida, según aclara el historiador, citando a su colega norteamericano Robert Whealey. "Lo que habría que aclarar es por qué se le concede apoyo económico, ¿daría dinero Goering a un proyecto de industria pesquera?", cuestiona el investigador.

"A principios de noviembre de este año estuve en Berlín y pude consultar los expedientes de saneamiento de la empresa de Winter, la Atlantische Industrie Gesselschaft, que fue la que él montó para el proyecto de Jandía. La mención está en un expediente en el que hay documentación relativa a España. Allí hay datos concretos sobre el saneamiento de esta empresa, porque, según se puede leer, 'había sufrido muchas pérdidas", adelanta el historiador.

La empresa era, en principio, industrial. "En la prensa española él dijo que estaría relacionada con el aprovechamiento pesquero. Lo que yo no tengo claro es si ese era el proyecto real o si era una tapadera de otro proyecto económico", argumenta. "Cuando estuve en Berlín vi otro expediente sobre el proyecto de Winter. Sólo tenía dos documentos y se hablaba de la extracción de óxido de hierro. Lo que aún tengo que averiguar es si esa intención de extraer óxido de hierro era la razón real o si sólo era un pretexto para conseguir financiación del Plan Cuatrienal". Otra pregunta lanzada al aire sobre las arenas de Jandía.