El pasado 10 de octubre el volcán submarino de El Hierro entró en erupción. En un primer momento, los científicos calcularon que dicho fenómeno podría durar entre 15 y 90 días. Mañana se cumplen dos meses y aún sigue activo.

Aunque nadie se aventura a ponerle plazos al proceso eruptivo, lo cierto es que esta semana el comité director y científico del Plan de Protección Civil por Riesgo Volcánico (Pevolca) ha informado que existe un importante descenso en el nivel de sismicidad, y dan por estabilizada la erupción, con lo que se ha rebajado el nivel de alerta en La Restinga, pasando del semáforo rojo al amarillo, como en el conjunto de la Isla.

En estos momentos, el Pevolca está pendiente de recibir los informes definitivos de los buques oceanográficos Ramón Margalef y Sarmiento de Gamboa, que han participado en la investigación del fenómeno volcánico en las aguas herreñas.

El buque Sarmiento de Gamboa finalizó el pasado día 1 de diciembre sus trabajos de batimetría, gravimetría y realización de perfiles sísmicos; mientras que el Ramón Margalef, del Instituto Español de Oceanografía, desarrolló hasta el pasado día 3 los trabajos de levantamiento batimétrico con ecosonda multihaz, la toma de muestras de sedimentos y adquisición de ecogramas de la columna de agua.

Los resultados definitivos de ambas campañas arrojarán luz sobre la evolución del proceso eruptivo; al igual que el análisis de los fragmentos de lava que, desde hace una semana y de manera intermitente pero continuada siguen apareciendo en el mar de Las Calmas.

Los últimos datos aportados por el Instituto Geográfico Nacional y dados a conocer por el Pevolca, confirman una reducción paulatina de los sismos. El miércoles, 7 de diciembre, sólo se localizaron dos en la zona de El Golfo, al noroeste de Frontera, con magnitudes de 1.9 y 1.6 en la escala Richter y a una profundidad de 15 y 17 km, respectivamente. Ninguno de ellos fue sentido por la población. Desde que comenzaran dichos episodios el 17 de julio de este año, se han localizado 11.926 eventos.

Respecto al nivel de tremor, el IGN indicó un aumento en amplitud alrededor de las 22.00 horas del miércoles, momento en el que se observó un pulso de mayor extensión. A partir de ahí se mantuvo estable en un nivel ligeramente superior al del comienzo del día.

En cuanto a los estudios de la deformación del terreno, durante la jornada del día 7 continuó el mismo patrón de deformaciones de días anteriores, que refleja estabilidad en las componentes horizontales y deflación en la componente vertical de las estaciones del sur y este de la isla.

En relación a la mancha volcánica, los científicos detectaron una emisión episódica de fragmentos de lava humeantes, pero de mucha menor importancia que la del día anterior, 6 de diciembre. En este sentido, el Instituto Geográfico Nacional indicó que la embarcación Adhara de Salvamento Marítimo intentó el miércoles recoger muestras, pero no fue posible debido a la lejanía de la zona en la que emergían dichos fragmentos, con el área de agua limpia en superficie. La mancha registró una gran extensión durante dicha jornada.