La previsible normalización de la crisis sismo-volcánica en la isla de El Hierro permitirá a la comunidad científica volcarse en el estudio y análisis de un fenómeno excepcional en la historia vulcanológica del Archipiélago. "Es una oportunidad histórica para los científicos el poder conocer al detalle esta erupción fisural submarina", explica la directora del IGN en Canarias, María José Blanco.

En su opinión, y teniendo en cuenta la imposibilidad de predecir cuándo se apagará definitivamente el volcán submarino, de mantenerse en los mismos términos que hasta ahora los valores de sismicidad, tremor y emisiones de material magmático, y por tanto suspendido el semáforo rojo por riesgo volcánico, haga posible continuar con los trabajos de investigación en la Isla.

"Es difícil hacer una previsión a corto o medio plazo", subraya Blanco, por cuanto el episodio volcánico de El Hierro no es comparable con otros procesos eruptivos localizados en el Archipiélago. Si acaso, se podría hacer cierto paralelismo con el volcán Teneguía en La Palma, por el hecho de que este proceso eruptivo que se mantuvo activo durante 24 días en el último trimestre de 1971, al igual que el herreño estuvo precedido de una alta sismicidad. Temblores fruto del movimiento continuo de la lava, en este caso en la profundidad herreña, en busca de una fisura para emerger a la superficie.