"La autorrealización constante llega a ahogarte"

- Explico cómo la psicología ha abordado a la religión desde su origen a finales del Siglo XIX y comienzos del XX, y viceversa. Sitúo esta relación en tres momentos: la crítica original de la psicología a la religión, el diálogo entre ambas a lo largo del siglo pasado y el momento en que la psicología sustituye a la fe.

- ¿Qué conclusiones se podrían sacar de este análisis?

- Hoy acudimos a los libros de autoayuda como herramienta guía. Existen modos espirituales igual de válidos. Vivimos en una sociedad excesivamente opulenta, centrada en el materialismo. Ante esta problemática, centrarse en sólo en uno mismo, mirarse constantemente el ombligo es contraproducente. La autorrealización constante llega a ahogarte

- ¿Cuál es la audiencia idónea para recibir las ideas de esta ponencia?

- El discurso es completamente abierto a quien quiera oírlo. Puede serle útil desde al oyente cristiano y practicante, hasta a los profesionales de la psicología. Por supuesto, los miembros activos de la Iglesia pueden tener un alto interés en el tema. Aquí trato asuntos tan importantes como los peligros en el discernimiento vocacional de la Iglesia y la mejora de filtros para la aceptación de los demandantes de la profesión pastoral. También hago propuestas para fomentar y mejorar las terapias espirituales difuminadas actualmente en la vorágine emotiva de esta sociedad .

- ¿Qué herramientas posee la psicología para sustituir a la religión?

- Existen corrientes psicológicas que inundan con conceptos como las técnicas de mediación, de relajación, el continuo fomento de la autoestima, el crecimiento personal o la autorrealización. Esto no es necesariamente malo, pues ayuda a establecer relaciones que estén más cerca de la plenitud. Sin embargo, recurro a una cita del Evangelio que dice: ¿quién es capaz de añadir un sólo centímetro a su estatura?

- ¿Cree que la dialéctica entre psicología y religión está desequilibrada y son mayores y más recurrentes los recursos de aquella?

- Históricamente la espiritualidad de la fe recibe predisposiciones distintas. En el año 1931, los españoles tenían mayor desafección por la Iglesia Católica que en la actualidad, aunque la espiritualidad no es ni ha sido un patrimonio exclusivo de la Iglesia. De hecho, no hay más que ver la cantidad de jóvenes, cristianos y laicos, comprometidos con el cambio social, sobre todo en el llamado tercer mundo, a base de amor, servicio y entrega. Hay mucha gente que busca más allá de la opulencia. El que halla mucha presencia de la Iglesia en la sociedad no es positivo, más vale la autenticidad que la cantidad de la gente creyente.