Pedro, de 35 años, Aday, de 22, y Adrián, de 29, celebran hoy el Día del Seminario. Son jóvenes entusiastas, preparados y, según afirman, "dispuestos a entregar su vida como futuros sacerdotes", una rareza en la sociedad actual, donde escasean las vocaciones tanto en Canarias como en el resto de España. Tal es así que la Conferencia Episcopal Española ha lanzado a las redes sociales un vídeo que pretende despertar al sacerdocio a jóvenes con la promesa de un trabajo fijo y una vida apasionante. "En realidad no se promete ni riqueza [el sueldo medio de un cura de a pie no supera los 750 euros] ni comprensión, solo amor eterno y la satisfacción de hacer las cosas de manera correcta", afirman los seminaristas.

Según explican, se ha obviado el mensaje global del vídeo -de dos minutos y medio- y " los medios se centran en solo una frase para generar controversia y llamar la atención", continúan. "Desde ese punto de vista, el vídeo sí que ha cumplido su objetivo de llegar a cuanta más gente mejor", puntualiza Aday, que cursa el segundo año de estudios eclesiásticos en el seminario, junto con un total de 23 en toda Canarias.

Para los tres "decir sí a la llamada de Dios" y asumir ese compromiso les hace sentir "felices y completos", por lo que corroboran un reciente estudio publicado en la revista Forbes, que concluye que la de cura es, junto con la de bombero y fisioterapeuta, las profesiones más gratificantes. "Se trata de la voluntad de Dios y por eso estoy satisfecho con la opción escogida", explica Pedro, quien hasta tomar la iniciativa realizó varios trabajos como comercial y en la hostelería. "Antes nada me llenaba, me sentía vacío hasta que descubrí a través de grupos cristianos una vocación que creo que llevaba dentro desde siempre". Aday, el más joven de los tres, decidió su futuro casi en plena adolescencia y sin sorpresa para su entorno. "Desde niño se me veía venir porque ya entonces hacía procesiones religiosas en la azotea de mi casa, en Gáldar, así que cuando dije que quería ser cura mi entorno lo entendió", asegura entre risas. Aday y sus compañeros "jamás" han sentido la necesidad de dar un paso atrás. "Ahora se nos exige una preparación que conlleva la responsabilidad de trasladar la palabra de Dios a los otros", subraya.

Para Adrián, "el amor de Cristo es más fuerte para nosotros que el miedo en cualquier momento". Y comparte la idea del vídeo: "La certeza de que hemos sido elegidos es para nosotros cada vez más evidente", afirma .