La obra literaria del poeta Domingo Rivero (Arucas, 1852 - Las Palmas de Gran Canaria, 1929) y los objetos personales que le acompañaron durante su vida y hasta la muerte en la capital grancanaria ya pueden ser contemplados en el Museo Poeta Domingo Rivero, inaugurado ayer por su familia en el que fue su domicilio, en la calle Torres, número 10.

El Museo que lleva el nombre del poeta pretende ser un referente "memorial y divulgativo" de su obra y su figura, según el poeta y filólogo Eugenio Padorno.

La familia Rivero pudo ver cumplido ayer un sueño largamente anhelado: reunir en la que fue la casa en la capital grancanaria del poeta de Yo, a mi cuerpo toda su obra, amén de muchas de sus pertenencias entre las que destaca su biblioteca personal con alrededor de 3.000 libros.

Hasta llegar al momento de la inauguración, ayer, los descendientes de Domingo Rivero han estado trabajando durante los últimos siete años. "Con este acto", dijo su nieto José Rivero, "cumplimentamos lo que empezó en 2004, una vieja aspiración para todos nosotros".

Acompañado por el público que llenaba la sala polivalente del Museo, entre el que se encontraban artistas e intelectuales además de algunas autoridades como la concejal de Cultura del Ayuntamiento capitalino, María Isabel García Bolta, el nieto del artista mostró el "profundo agradecimiento" de la familia a todos los que han hecho posible su materialización.

Algunos de ellos fueron premiados por el Museo, según decidió su directiva ayer. Así, se entregaron premios individuales a Manuel González Sosa, Manuel Padorno Navarro, a Eugenio Padorno Navarro y al pintor Pepe Dámaso. Además, se premió al Ayuntamiento de Arucas, a Francisco Presa Benítez y a Casiano Manrique de Lara. También se nombró socio de honor a Manuel González Muñoz y se otorgó una distinción especial al periódico LA PROVINCIA, que recogió el consejero de Editorial Prensa Ibérica Guillermo García-Alcalde. Domingo Rivero fue suscriptor de este periódico desde 1912.

El historiador Sergio Millares Cantero y el crítico Jorge Rodríguez Padrón abrieron ayer el ciclo de conferencias organizado por la Facultad de Filología de la ULPGC.

Millares Cantero explicó que el tiempo que le tocó vivir a Domingo Rivero fue en el que se operaron en la ciudad más cambios como nunca antes se habían producido en tan poco tiempo. Por su parte, Rodríguez Padrón se refirió a cómo el poeta alcanzó su plenitud literaria escribiendo sobre el dolor, la vejez y la muerte.