Dos rectores para la ULPGC

1EXPERIENCIA. Esta es una disparidad objetiva. Uno de los candidatos, José Regidor, aspira a la reelección después de haber ocupado el despacho de rector en la sede institucional de Juan de Quesada los últimos cinco años. Para Regidor esa es una virtud, de las principales, con las que comparece ante el electorado universitario para ser revalidado. De hecho, es intencionadamente parte de su lema de campaña: Experiencia. Compromiso. Futuro. Ese conocimiento de gestión alcanza a buena parte del equipo que repite con Regidor después de acompañarle en la gestión de la Universidad el último mandato. Ni siquiera los nuevos fichajes de su plancha electoral son bisoños en esas lides: Rafael Robaina, Antonio Falcón y Trinidad Arcos acumulan experiencia en cargos de gestión y administración universitarios. En el otro lado, el equipo de Montoya también atesora experiencia en docencia, investigación y gestión, pero fuera del Rectorado.

2ILUSIÓN. Es el sello de la marca montoyarector2012. Y no es que su oponente no la tenga por revalidar el cargo otros cinco años más. Pero es que José Alberto Montoya se presenta como la alternativa a lo ya conocido, una opción que a su juicio no ha dejado a la Universidad grancanaria en buen lugar y por lo que se hace preciso el cambio. Un soplo de aire fresco, más que con nuevas ideas con novedosas maneras de hacer y gestionar. La ilusión es una de las principales banderas del catedrático de Medicina Animal y profesor e investigador de la Facultad de Veterinaria. La difícil coyuntura dentro y fuera del ámbito universitario no puede afrontarse más que desde un planteamiento de cambio, de equipo y de personas, que lideren la gestión de la ULPGC en el nuevo periodo que ahora comienza. Es en ese y otros valores de donde arranca el deseo de competir en la carrera electoral de Montoya.

3SOSTENIBILIDAD. Más que valores morales explícitos como su adversario, José Regidor ha concentrado su oferta electoral en una virtud de concepto más amplio y práctico, sobre la que ha elaborado su discurso programático. En su definición de campaña se encuentra la sostenibilidad como base para el desarrollo con garantías de futuro de la ULPGC: desde la docencia en sí misma hasta la gestión y búsqueda de fuentes de financiación para la investigación y la innovación, en un momento plagado de grandes incertidumbres por los recortes presupuestarios que él afirma son un acicate para sí y para su equipo si consigue la reelección. El equipo de Montoya, sin embargo, lleva la Sostenibilidad a uno de sus vicerrectorados y anuncia su empeño en desarrollar actuaciones que permitan lograr la integración global del alumnado y la comunidad universitaria en general con el medio ambiente. Una de ellas, hacer los campus más vivibles.

4PARTICIPACIÓN. El nuevo enfoque que pretende darle José Alberto Montoya a la gestión de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria pasa indefectiblemente por cambios drásticos en la intervención de cada uno de los estamentos que forman la comunidad universitaria. Sobre todo mira al sector del alumnado, del que dice que ha recibido un tratamiento de mero espectador de la actividad académica por parte del equipo que hasta ahora ha gobernado la Universidad grancanaria. El objetivo, por tanto y según Montoya, es el de que cobre todo su protagonismo en la vida de la institución. Empezando por revitalizar el Claustro, un órgano que debe recuperar su capacidad de generar debate y propuestas al equipo de gobierno. Eso sí, antes desbloqueando como primera medida de urgencia la aprobación de los Estatutos de la ULPGC. Después creando foros de debate estudiantiles, fomentando su presencia en los distintos órganos de gobierno de los centros y de la Universidad, y hasta crear tradición con un debate sobre el estado de la ULPGC de carácter anual. Su oponente, no obstante, considera que la participación del alumnado queda garantizada, fundamentalmente, con el desarrollo del Estatuto del Estudiante Universitario y la creación del Consejo de Estudiantes de la Universidad grancanaria, ya previsto en ese estatuto.

5TRANSPARENCIA. El rector de la ULPGC tiene que patear la calle y estar menos en el despacho de Juan de Quesada, en donde está ubicada la sede institucional de la Universidad grancanaria. Esa es la tesis de José Alberto Montoya que lleva la transparencia también como uno de sus ejes de buen gobierno. Todo el mundo ha de saber dónde y qué hace el rector en cada momento, lo que traducido a la gestión global de la institución implica una mayor claridad en la administración general junto a la real democratización de la vida universitaria. Las cuentas de la ULPGC son una justificación de esa necesidad. Este candidato ha cuestionado en campaña su solvencia y el acceso a la información sobre el tema. Por contra, Regidor considera que están saneadas y recuerda y subraya a a su oponente que con él llegaron la tranquilidad y el diálogo a la ULPGC, algo que debe tenerse en cuenta en su haber. Además, como considera que el rector no puede descender al detalle de todo lo que ocurre en la vida universitaria propone que uno de sus vicerrectorados se encargue de la Comunicación y la Coordinación Institucional.

6SECRETARÍA GENERAL. Regidor tiene claro, y así lo puso en evidencia el día que presentó a su equipo, que la Secretaría General es una parte indivisible de él. Carmen Salinero le acompaña en la plancha, como en el último mandato. José Alberto Montoya, no obstante, ha dejado en un segundo plano y fuera de la campaña electoral a su candidato a ocupar el puesto, Eduardo Galván.

7GERENTE. Para el candidato a la reelección el puesto de gerente es vital y por eso José Regidor ha vuelto a escoger a Conrado Domínguez quien, como Salinero, le ha acompañado asimismo en su primer mandato al frente de la institución. Su oponente quiere también marcar diferencias con este asunto. De tal forma que José Alberto Montoya, a día de hoy, no ha presentado aún públicamente a quién le ayudaría a llevar las cuentas de la ULPGC. El aspirante a rector quiso cumplir lo preceptivo en estos casos, según él, y presentó a su candidato al Consejo Social quien le dio el visto bueno. Ahora sólo queda que diga su nombre.