- El Gobierno se ha visto forzado a desactivar la puesta en marcha del distrito único universitario por la negativa de la Universidad de La Laguna a que sea un programa informático de la ULPGC el que lo gestione, ¿cómo lo interpreta?

- No tenía ningún sentido mantener la propuesta cuando una de las tres partes implicadas no quería el acuerdo. Pero no pasa nada, no es ningún problema grave. Todo esto es una cortina de humo que se ha lanzado, intentando resucitar el pleito insular, y que curiosamente llega cuando el sábado se edita uno de los decretos más agresivos contra las universidades públicas que ha habido nunca... Eso sí que nos preocupa, sinceramente.

- ¿Se han visto abocados a esto por las quejas de la Universidad de La Laguna o por las presiones de las instituciones y la opinión pública tinerfeñas?

- No es tanto por la campaña que se haya generado, porque cada semana hay una, sino porque en unos momentos tan delicados como los que vivimos no interesa para nada una discusión como esta por un asunto menor. Lo que hay que conseguir es aunar esfuerzos para ver cómo salimos del grave problema al que nos lleva el decreto aprobado el pasado sábado. Para las universidades canarias es un golpe muy duro. El alumnado va a tener dificultades no sólo con las tasas, sino con las becas; el profesorado tiene un aumento de carga lectiva que hace que mucha gente contratada no tenga espacio en las universidades... Con este afán de rentabilizarlo todo van a intentar que desaparezcan los grados con pocos alumnos. ¿Quién va a estudiar Filosofía, por ejemplo, que es una carrera supuestamente poco rentable, bajo estos supuestos? ¿Cómo va a funcionar una Universidad sin pensamiento? Eso sí nos quita el sueño.

- Bueno, quizá es que no interesa que haya gente con espíritu crítico, que piense...

- Es posible. Pues imagínese, esto se publica el sábado, pero la gran polémica se suscita por el distrito único.

- Ya, pero es cierto que el distrito único significaría un ahorro de recursos que todas las partes tienen claro.

- Sí, La Laguna también, pero ellos quieren que se haga con su sistema y por eso lo han ofrecido. Quizá esta sea la solución de cara al futuro.

- ¿Pero el de La Laguna no es un sistema externalizado que tiene un coste adicional?

- La Laguna tiene un sistema que ha comprado y cualquier modificación implica que tiene que pagar a unos técnicos que no están aquí. La Universidad de Las Palmas de Gran Canaria daba la ventaja de que tiene un software propio que había ido desarrollando, basado en software libre... cosa que es un buen eslogan, pero, a la hora de la verdad, tampoco parece que guste demasiado. Por eso apostamos por esta opción, ni más ni menos. En la web que proponíamos aparece que el Gobierno de Canarias sería el que facilitaría al alumnado una información útil, para dar un proceso de preinscripción más racional, evitando preinscribirse en los dos centros, no que estaba gestionado por la ULPGC.

- ¿Ve usted algún camino del medio?

- Lo que propone La Laguna es que lo haga la Consejería de Educación, pero ni tiene medios ni recursos humanos para hacerlo. ¿Cómo vamos a gastar dinero en una cosa que nos ofrecen gratis? Es un poco absurdo.

- ¿Eso queda encima de la mesa bloqueado totalmente?

- Sí, porque esto habría que hacerlo ya, y La Laguna nos ha escrito rechazando el conve- nio. Si una de las partes impli- cadas no quiere, no sale ade- lante. A mí me sorprende la desmedida reacción, porque nunca se ha tratado de una imposición, sino de una propuesta de convenio.

- ¿Qué hay de un acuerdo verbal que La Laguna dice que cerró con la anterior titular de Educación, Milagros Luis Brito?

- No tengo conocimiento de ese acuerdo. Nosotros hemos propiciado este convenio por el cual las dos universidades cedían sus prerrogativas actuales de hacer las preinscripciones para que lo hiciese la Consejería de Educación, lo único es que la aplicación informática había sido desarrollada por la ULPGC, nada más.

- ¿Y qué alega La Laguna para rechazar una aplicación informática?

- En su escrito hay una parte técnica y otra jurídica en la que justifican su postura. Lo importante es que nosotros queremos que las cosas se tranquilicen, y que hay un objetivo común que es sacar las cosas para adelante, cosa que tenemos que hacer entre todos, incluidos los ayuntamientos y los cabildos, que creo que harían bien en sumarse a acuerdos para sacar adelante al alumnado canario.

- ¿Hay algún cálculo de lo que se ahorraría si se gestionaran las preinscripciones de manera centralizada?

- No, el cálculo no es económico, sino en ahorro de tiempo y molestias para el ciudadano. Inscribirse en las dos universidades y esperar la respuesta de las dos no está en consonancia con el tiempo en que vivimos. Se trata de centralizar la gestión de la preinscripción, no de la matrícula, que la seguirían haciendo en cada universidad. La injerencia es, por tanto, muy poquita.

- ¿Esperaban esta reacción en Tenerife?

- No, en absoluto. Si yo hubiese esperado esta reacción no hubiese puesto en marcha la medida. Todo lo contrario, pensamos que la gente iba a estar contenta de tener una herramienta de este tipo y gratis.

- ¿Rompe esto la tónica de buena vecindad que se creó entre las dos universidades con el Campus de Excelencia?

- Espero que no. Por una bobería como esta, romper una dinámica que era buenísima me entristecería mucho más.

- ¿Hay alguna reunión prevista para tocar este tema?

- No, ninguna. Esto nunca ha sido una prioridad absoluta, simplemente era interesante y bueno que se hiciera. Los problemas son tan grandes que hay que centrarse en ellos.

- ¿Y no hay plazos, no es una obligación crear el distrito único?

- No, fíjese que el distrito único se crea en 1993, lleva diez años pendiente de unificarse.

- Y fíjese que ha llegado incluso a plantearse la dimisión...

- No, bueno, lo que yo he dicho es que si esta es la preocupación de las autoridades y de las universidades canarias, yo no pinto nada aquí. Estoy angustiado con las becas, con las tasas, con el profesorado y los títulos. ¿Pero, esto? Si esto es el máximo problema, yo estoy de más aquí.

- Además, usted que es historiador sabe que de vez en cuando el pleito aparece como el Guadiana...

- Claro. El consejero y yo somos de Historia y lo tenemos claro. Qué curioso que el mismo día que sale el decreto se arme la gran polémica por todo esto. La humareda nos retrae de una respuesta unificada contra los recortes, como ya han hecho las universidades catalanas, por ejemplo. Hasta 4.000 potenciales alumnos de las dos universidades se podrían quedar fuera. Eso sí es importante.