El aumento planteado por el Ministerio de Educación de elevar un 20% el número de alumnos por aula supondría una regresión a niveles de hace más de 40 años, según los sindicatos, el Consejo Escolar de Canarias y las asociaciones de padres y madres de alumnos. "No cabe duda que sería como volver a las aulas masificadas de los años 70 y 80, y Canarias no puede permitirse ni un paso atrás. El aumento de ratios en un 20%, significa volver al hacinamiento en las aulas de las épocas del franquismo", indicaron los representantes de STEC y CC OO.

En las Islas, el incremento del 20% por aula significaría pasar de 35 a 42 alumnos en Bachillerato, de 30 a 36 en la Enseñanza Secundaria Obligatoria (ESO), y de 25 a 30 en Infantil y Primaria. Para Dolores Berriel, directora del Consejo Escolar de Canarias, con estas cifras no salen las cuentas para lograr el incremento de calidad educativa que precisa el Archipiélago. "Nos preocupa el aumento de las ratios porque eso afecta enormemente al proceso de enseñanza y sobre todo al aprendizaje del alumnado. Las competencias básicas se trabajan a través de una metodología activa y de atención a la diversidad, y es imprescindible corregir los altísimo índices de repetición, y las clases masificadas no ayudan a eso, sino todo lo contrario".

Berriel recordó que Canarias ya cuenta con una de las ratios más altas del Estado, una situación que relacionó con los altos niveles de repetición que existen en las Islas. "El Consejo Escolar entiende la situación económica, no vive en la estratosfera, pero hay cosas que son intocables y otras que deben ser revisables, como llevamos diciendo desde hace más de tres años".

Para la presidenta del citado órgano educativo, la eficiencia del sistema pasa por reducir drásticamente las repeticiones, y para ello hay que poner medidas de atención, sobre todo en los niveles educativos mas bajos. "Duplicamos los esfuerzos porque tenemos a la gente muchísimos más tiempo en niveles de escolarización que tendrían que haber ya superado. Eso es muy caro y, sin embargo, la situación no se atiende ni se tiene en cuenta como una medida de eficiencia del sistema", y añadió "¿queremos ahorrar, ser eficientes?, pues vamos a procurar que los alumnos no abandonen, porque lo más caro social y personalmente que hay es el fracaso".

Por su parte, la presidenta de la Federación de Apas Galdós Alicia Reyes, destacó que la propuesta de aumentar un 20% el número de alumnos por aula "tiene un efecto doblemente perjudicial en Canarias por nuestro retraso educativo", y se refirió al reciente informe PISA en las Islas, donde se recomiendan cambios dirigidos a una atención más individualizada del alumno.

"Hoy nadie discute que el número de alumnos por docente es clave para la mejora de la educación y así lo corroboran los informes. Las ratios elevadas son muy negativas para el alumnado con dificultades de aprendizaje y, en especial, para el alumnado de Necesidades Específicas de Apoyo Educativo que está incorporado en las aulas ordinarias y que requieren una atención más individualizada".

Desde la Consejería de Educación aseguran que el Gobierno de Canarias persistirá en su empeño "no sólo de mantener unas plantillas docentes que garanticen las mejoras que el sistema educativo necesita", sino que intentará que las ratios profesor-alumno no suban. "Estas medidas urgentes tienen el carácter de normativa básica para todo el Estado y, por tanto, la Consejería está obligada a implantarlas en su ámbito de actuación. Canarias no las comparte y se reserva el derecho a presentar un posible recurso de inconstitucionalidad", afirmó el consejero de Educación José Miguel Pérez. "El aumento de la ratio junto con el resto de medidas anunciadas por el Ministerio tendrán consecuencias no sólo en la calidad y equidad educativas, sino que según nuestras estimaciones, puede suponer el despido de 3.550 docentes aproximadamente, y en nada favorecen a la enseñanza", explicó.