El ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert, ha afirmado que hay que "marcar la diferencia" entre los alumnos que aprueban todas las asignaturas al finalizar la Educación Secundaria Obligatoria (ESO) y los que no. Asimismo, ha planteado "no dificultar" la posibilidad de seguir "itinerarios formativos superiores" a quienes tengan un "resultado inferior".

Así lo ha señalado el titular de Educación durante el II Foro Antonio Fontán, organizado por Nueva Revista y la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR), donde ha asegurado que el departamento que dirige está estudiando "fórmulas distintas" para la reordenación de la Secundaria, que pasa también por plantear el final de la etapa obligatoria "de forma que haya un reconocimiento de quien haya superado todos los objetivos".

El ministro ha aclarado que no se ha decidido aún cuál es el número máximo de suspensos para titular al final de esta etapa --actualmente se permite dos--, "ni si hay algún número". No obstante, ha remarcado que le parece una "anomalía" que el estudiante que supera todas las materias y el que no consigan un "efecto académico exactamente igual".

Wert ha advertido de que se envía una "señal pésima" a la comunidad educativa, y en especial a los estudiantes, "diciéndoles que hay ese nivel de tolerancia hacia la no consecución de los objetivos". "Hay que jugar con honradez y sin hacernos trampas en el solitario", ha aseverado.

Por otro lado, el ministro ha avisado de la posibilidad de cambiar las actuales Pruebas de Acceso a la Universidad (PAU), conocidas como Selectividad, porque, a su juicio, "no es una prueba que seleccione nada" y carece de "valor sustantivo". Además, ha criticado que la mitad del actual segundo curso de Bachillerato se dedique "exclusivamente" a la preparación del examen.

Asimismo, se ha mostrado partidario de introducir "elementos objetivos y censales de evaluación" en todas las fases del sistema educativo, que, implica, a su entender, "un cambio radical a la situación actual".

Sobre el papel del profesorado, el ministro ha reiterado su intención de reforzarlo y ha criticado la "mal entendida democratización del proceso educativo". Según ha señalado, el sistema de enseñanza tiene unas reglas, que "tienen que ser discutidas y aprobadas democráticamente", pero que no pueden ser aplicadas "como si la escuela fuera una asamblea".

Wert ha advertido de que hay una "evidente asimetría lógica y funcional" entre el papel del profesor, que, a su juicio, es "quien tiene reconocimientos", y el del alumno, que "es quien tiene que seguir las indicaciones del maestro para aprender".

"Intentar ponerlos en un mismo plano de igualdad, no hace sino que entorpecer el proceso educativo y la transmisión de conocimientos hasta tal punto que acaban por rebajarse los niveles de exigencia", ha apostillado.