La historia de la aviación en Canarias ha sido uno de los episodios más fascinantes del Archipiélago, principalmente porque las Islas han sido un tránsito para los mejores pilotos del mundo y las grandes odiseas. Sin embargo, nada de esto hubiera sido posible sin la labor de Domingo Navarro Navarro y Jaime Company Escandell.

Así lo dejó claro ayer el coronel del Ejército del Aire, Manuel Ramos Almenara, en el edifico Elder, donde ofreció una conferencia para recordar el 99º aniversario del primer vuelo sobre el cielo de Canarias, el 30 de abril de 1913, en los Llanos de Guanarteme, cuando pertenecía al municipio de San Lorenzo.

"Fue el primer vuelo de un aeroplano a motor", señaló Ramos, "y después continuaron otros durante el mes de mayo". Domingo Navarro Navarro, periodista y gran impulsor de la aeronáutica en España, era coetáneo de Léonce Garnier. Escribía en todos los periódicos de la época, fue presidente de los corresponsales de guerra y escribió un libro sobre el teatro Pérez Galdós, el Gabinete Literario, etc. Jaime Company Escandell, sin embargo, es oriundo de Cataluña y en 1890 se asentó en las Islas para hacer sus espectáculos en globo. Escandell creó el club gimnástico de Las Palmas y fue profesor de gimnasia de casi todos los colegios de la ciudad.

"Los dos acordaron ponerse de acuerdo con los aviadores para traerlos aquí". De este modo llega Léonce Garnier, que fue el primer individuo que voló en Canarias en un aeroplano sin motor en un vuelo, y en el que se llevó a Jaime con él. Manuel Ramos señala que Gran Canaria ha sido una pieza importantísima desde que empezaron a llegar los primeros hidroaviones. "Los aviadores tenían noticia de la Bahía del Puerto de La Luz y de Gando antes de que éste empezara a funcionar como aeródromo de tierra", señala.

Ramos destaca que Gran Canaria se convierte así en la lanzadera hacia África y América y recuerda las hazañas, que dieron lugar a que la importancia aeronáutica fuera trascendental.

Era la época en la que se necesitaban unos enlaces en medio del mar. "En el año 26 pasó por aquí el Plus Ultra, el símbolo de la unión de continentes, y también la patrulla Atlántida, que fue de España a Guinea Ecuatorial", señala. Antes pasó el Lusitania, "un avión portugués que iba camino de Brasil", y en el año 33 hizo escala Lindbergh. Ramos Almenara terminó recordando que "la aviación es uno de los soportes fundamentales que tienen las Islas Canarias y hay que promoverla más para que sea conocida".