Tiene 15 años, domina el inglés y el francés, y sus conocimientos de la lengua china, que estudia desde hace apenas un año en el Centro Confucio de la Universidad de Las Palmas, le han valido el segundo puesto de la fase nacional del Concurso Puente a China, promovido por el Gobierno chino para premiar a los mejores alumnos de los Institutos Confucio de todo el mundo.

Dácil Santana, alumna canaria del Centro Confucio de la Universidad de Las Palmas, inaugurado en mayo de 2011, ha sido la sorpresa del certamen nacional, en la modalidad de alumnos de Secundaria, que se celebró el viernes, 4 de mayo, en Madrid. La joven se midió con 17 aspirantes de los seis Confucio que existen en España, y tras superar las tres fases del mismo quedó en segundo lugar, ganándose el pase a la final mundial que se celebrará en Pekín en noviembre, como representante de España.

"Para mÍ ha sido una gran sorpresa, estoy muy feliz, me encanta el chino y que encima me haya clasificado para ir a PekÍn es un sueño hecho realidad", aseguró.

Dácil empezó a estudiar chino mandarín a los 14 años, aconsejada por su padre, primero en clases particulares con el profesor Ye Ying, "que me enseñó a amar esta lengua", y luego, tras conocer su creación en la ULPGC, en el Instituto Confucio con las profesoras Wang lili y Tao.

"Dominaba dos idiomas y quería estudiar un tercero. Mi padre me propuso el chino y me empezó a gustar desde el primer momento. Lo más difícil es la escritura, pero si te gusta es amena y a mÍ me atrapó desde el primer momento, me da paz, me relaja y me produce un sentimiento de bienestar, porque cada ideograma tiene un significado muy profundo, me apasiona".

Con este entusiasmo, Dácil Santana superó laS tres fases del concurso nacional. La primera consistió en un discurso de cuatro minutos, en el que contó su experiencia en clase con el idioma. "Mi discurso se tituló Soy de Shanghái, y en él expliqué, a modo de anécdota, que en clase me confundí de ideograma y como en China hay muchos dialectos, la palabra que quise decir, aunque estaba equivocada, mi profesora me dijo que era de Shanghái porque así se escribía allí".

La segunda fase, y la más difícil para la joven, consistió en responder a una serie de preguntas acerca del idioma y la cultura china; y la última consistía en una manifestación cultural china. Dácil tocó la guitarra y cantó una canción de un grupo inglés, cuya letra rezaba "lo siento mi chino no es muy bueno, solo quería ser tu amigo".

El resultado fue un segundo puesto que ha llenado de orgullo a los responsables del Centro Confucio de la ULPGC. "Ella es un orgullo para nuestro Confucio y para la Universidad de Las Palmas. Hemos logrado la segunda plaza, pero es como si fuera la primera, nos sentimos muy orgullosos. En noviembre va a ir a China a participar como finalista entre todo el mundo y yo creo que puede ganar porque tiene mucho futuro. Vamos a ponerle a dos profesores para prepararla y conseguir buenos éxitos", afirmó Ren Xianzhong, codirector del Centro.

Para el padre de Dácil, Delfin Santana, los buenos resultados obedecen a la simbiosis profesor-alumno. "Se han unido el gran maestro y la gran alumna. Es sorprendente cómo el Centro Confucio se vuelca con los chicos, son excelentes profesores y cuando encuentran un gran alumno se funden y se comprometen con él de una forma espectacular", subrayó.

Quizás ese sea el secreto del entusiasmo de esta canaria de 15 años, que ya tiene muy claro que su futuro pasa por estudiar Medicina, occidental primero y oriental después.