El escritor hispano peruano Mario Vargas Llosa, premio Nobel de Literatura en 2010, fue investido ayer formalmente como Hijo Adoptivo de Las Palmas de Gran Canaria en un acto protocolario con el que el literato aseguró sellar su "fraternidad" con la capital de la Isla.

El alcalde, Juan José Cardona, fue el encargado de entregar el título de Hijo Adoptivo a Vargas Llosa en un acto de Honores y Distinciones realizado a escala reducida en el teatro Pérez Galdós ya que el escritor no pudo acudir a recogerlo en persona el 23 de junio de 2011. Cardona no se olvidó de agradecer el nombramiento a su predecesor, Jerónimo Saavedra, que firmó el acta que declaraba a Vargas Llosa Hijo Adoptivo en diciembre de 2010. Saavedra, ahora Diputado del Común, presenció el evento en las primeras filas junto a otros exalcaldes como Pepa Luzardo. También estaban entre el público el presidente del Gobierno canario, Paulino Rivero, y el del Cabildo de Gran Canaria, José Miguel Bravo de Laguna, entre otras autoridades.

La entrada del nuevo Hijo Adoptivo al escenario, anunciado por una voz en off, se convirtió en un baño de multitudes para el homenajeado, que accedió a la sala por la puerta del patio de butacas y atravesó todo el pasillo hasta el escenario entre aplausos.

Tras leer la secretaria general del Ayuntamiento el acta de nombramiento Cardona procedió a entregarle el título de Hijo Adoptivo. Tras los aplausos de rigor, Vargas Llosa dedicó al público unas palabras de agradecimiento. "No necesito decirles a ustedes lo emocionado y agradecido que estoy por esta distinción que generosamente me concede esta muy noble y muy leal ciudad", dijo. El premio Nobel agradeció la hospitalidad de la ciudad en todas sus visitas, un sitio en el que dijo, ha conocido "gentes admirables" y entablado amistades que enriquecieron su vida. "Ahora añado esta nueva deuda y desde luego haré cuánto esté a mi alcance para corresponder a este reconocimiento y espero tener siempre como un extraordinario estímulo en mi trabajo de escritor esta fraternidad que hoy día queda sellada con este título. Desde luego que voy a tratar de comportarme en adelante con la misma nobleza y la misma lealtad que ostenta esta tierra".

Tolerancia

Tras esta primera intervención del escritor, Cardona tomó la palabra en el atril para dar las gracias a Vargas Llosa y ensalzar tanto su obra literaria como su ideario político. "Sus ideas sobre el nacionalismo, o como él lo califica, 'esa ideología -o más bien religión- provinciana, de corto vuelo y excluyente', nos da la pista de la altura intelectual de un hombre que nos enseña cada día el valor del respeto y la tolerancia", soltó el alcalde con el nacionalista presidente de la Comunidad Autónoma sentado a pocos metros. Cardona se identificó con otras manifestaciones parecidas del escritor como la defensa que el hispano peruano ha hecho de la monarquía española, "una institución muy válida y muy necesaria para España".

Tras el discurso municipal se vivió uno de los momentos más emotivos de la noche cuando los cerca de mil espectadores invitados al acto pudieron disfrutar de la actuación del timplista Germán López, quien interpretó en homenaje a Vargas Llosa el vals peruano La flor de la canela o el clásico andino El cóndor pasa.

El gran amigo y colaborador de Vargas Llosa, el escritor grancanario Juan José Armas Marcelo, fue el encargado de dar paso al homenajeado. Con un discurso sobre la vida y obra de Vargas Llosa, incluyendo algunos detalles íntimos que hicieron enrojecer al propio premio Nobel, Armas Marcelo glosó la carrera literaria del homenajeado estableciendo un paralelismo con Benito Pérez Galdós. "El escritor del siglo XIX y Mario Vargas Llosa tienen mucho que ver y sus vidas de novela tienen tanto que ver como sus novelas de la vida; hay más coincidencias que diferencias entre ambos". El comentario dio paso al escenario al protagonista, un Vargas Llosa que durante hora y cuarto desgranó la génesis de su obra maestra La ciudad y los perros.