La deforestación marina provoca la pérdida de hasta un 5 por ciento de los prados marinos cada año, ocasionando un grave impacto sobre la pesca, la economía y el turismo, según ha denunciado el director de Investigación de Oceana Europa, Ricardo Aguilar.

"En España y en Europa hay un problema de deforestación marina que provoca que muchas de las especies que crecen en los bosques y los prados más importantes y más productivos del mar estén desapareciendo a causa de la contaminación, el cambio climático, el impacto de la pesca y la construcción costera", ha explicado Aguilar durante una entrevista con Efe. Con motivo del Día Mundial de los Océanos que se celebra mañana, 8 de junio, Aguilar ha lamentado que sólo el 1 por ciento de los océanos del mundo se encuentra protegido.

Los bosques submarinos proporcionan importantes servicios al ser humano. "Estos ecosistemas son los que han soportado la pesca artesanal y costera durante miles de años y en los lugares en los que han desaparecido se ha producido el colapso de las pesquerías", ha señalado. Además, los bosques submarinos son "fundamentales" a la hora de proteger la costa frente a la erosión, ya que frenan el embate de las olas, gracias a lo cual tenemos playas y costas "mucho más protegidas". Estos organismos son "tremendamente productivos", aportan materia orgánica e incluso fijación de carbono, lo que permite reducir el impacto del cambio climático y "pueden llegar a producir beneficios de más de 16.000 euros por hectárea y año a nivel europeo".

"Estamos hablando de muchísimos millones de beneficios para la UE, entre ellos el turismo, la protección de la costa frente a la erosión o el fomento de actividades lúdicas y pesqueras", ha destacado el director de Investigación de Oceana Europa. Sin embargo, la erosión marina sufrida en los últimos años ha provocado la pérdida de playas en el litoral mediterráneo o en el Golfo de Cádiz.

"Las especies que existían antes están cambiando por otras más resistentes y algunas fanerógamas marinas, plantas con flores y frutos que forman extensos prados marinos, están disminuyendo a un ritmo del 3 o 5 por ciento anual, lo que supone que muchos de estos bosques pueden desaparecer antes de que acabe el siglo", ha alertado.

Aguilar se ha referido a España para indicar que el Golfo de Cádiz está perdiendo gran parte de los bosques que tenía, mientras que en el Mediterráneo, las praderas de fanerógamas marinas o los bosques de quelpos "ya sólo se encuentran en pequeños bosquetes". En el caso del Cantábrico "se han registrado mortandades masivas que han acabado prácticamente con todos los bosques de quelpos -algas que pueden llegar a medir hasta cuatro metros- y que ahora mismo son imposibles de encontrar en muchas zonas del Cantábrico". En Baleares, donde antes había una gran cantidad de bosques submarinos, "ahora sólo los encontramos en pequeños refugios, lugares donde la actividad humana no ha podido llegar todavía".

"El problema con los bosques submarinos es que su pérdida no se ve, por lo que la gente no es consciente. Cuando se incendia un bosque en tierra enseguida lo conocemos, pero se han estado perdiendo los bosques submarinos y nadie ha reaccionado frente a ello", ha lamentado. Por todo esto, Aguilar ha pedido un compromiso internacional para frenar la pérdida de los bosques submarinos y que se ponga en marcha un plan para la protección y la recuperación de los bosques marinos europeos.

Las Naciones Unidas han pedido que se proteja como mínimo un 10 por ciento de los océanos, "pero esto es sólo un primer paso para frenar la pérdida de la biodiversidad y los bosques submarinos".