La modificación de la oferta de titulaciones que pretende realizar el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte en el sistema público universitario podría afectar a cuatro títulos que imparte la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC), unas carreras que disponen de una matrícula para los alumnos de nuevo ingreso por debajo de las cincuenta plazas.

El Gobierno de España, que encargó en abril pasado un informe a una comisión de expertos que deberá evaluar a la universidad española para presentar medidas de reforma el próximo otoño, considera un "estándar de eficiencia mínima" que haya al menos entre 50 ó 55 alumnos.

Tres títulos de doble grado (relacionados con las áreas de conocimiento de Empresas, Derecho, Ingeniería Informática y Traducción en Inglés, Francés y Alemán) y otro del grado en Enfermería que se imparte en Lanzarote, son las titulaciones que la ULPGC tiene para el próximo curso por debajo de ese primer criterio cuantitativo avanzado por el ministro José Ignacio Wert para obtener esa "racionalización" de la oferta de títulos.

Con todo, el grueso del catálogo de carreras de la Universidad grancanaria resistiría la reforma que pretende el Ministerio. "El 99 por ciento de los títulos está en una demanda más o menos razonable de alumnos", según el vicerrector de Estudiantes y Empleabilidad de la ULPGC, Nicolás Díaz de Lezcano Sevillano.

Marco legal

La Universidad grancanaria mantiene, a su juicio, "una oferta que se consolida de año a año académico y con una demanda de alumnos suficiente para mantenerla práctica mayoría de sus títulos".

Sin embargo, el vicerrector recordó ayer que el Ministerio "aún no ha establecido ningún criterio definitivo. Cuando lo haga, tendremos que adaptarnos al nuevo marco legal que se apruebe".

Los tres dobles grados y el grado único que para el próximo curso ofrecen en la ULPGC menos de 50 plazas no quedarían suprimidos si, eventualmente, se consolidase esa ratio en la reforma del sistema que prepara la Administración central.

A juicio del vicerrector "tienen suficiente demanda para adaptarlos a los mínimos que establezca el Ministerio, si hay que incrementar las plazas. Los títulos de doble grado constatan un crecimiento cada curso en el número de solicitudes. Y también es una realidad que la cifra de alumnos aumenta en el conjunto de las titulaciones, al menos en esta universidad".

Precisamente, la heterogeneidad de los centros superiores españoles hace "muy complejo" que desde el Ministerio pueda aplicarse una reforma de ese calado, que descienda al nivel de diseñar una oferta de títulos capaz de adaptarse a la idiosincracia de cada centro, según Carlos Guitián, director general de Universidades de la Consejería de Educación autonómica.

Guitián explicó ayer que las comunidades autónomas son las que poseen las competencias para establecer, regular y autorizar la oferta de títulos de las universidades que están en sus territorios.

"Salvo que el Gobierno de España recurra a imponer una ley, como por cierto ha hecho con otras medidas en esta legislatura, como las de los recortes en el sector educativo, son las comunidades las más indicadas para realizar ese trabajo con los centros superiores.

Al respecto, Guitián manifestó que la Consejería y las universidades canarias ya han empezado a caminar en esa dirección. "Una comisión comenzará a analizar a partir del mes de septiembre, con los datos que estamos recabando, la revisión del mapa de titulaciones", afirmó.

El responsable de Universidades autonómico confía que para la reforma universitaria, y en concreto para la revisión de la oferta de titulaciones que pretende el Ministerio, se concedan los tiempos adecuados.

"No podemos", subrayó, "empezar ahora con modificaciones sustanciales cuando aún no se ha terminado la evaluación de la implantación de los grados", dijo en referencia a la adaptación de la enseñanza universitaria a las exigencias del Espacio Europeo de Educación Superior (EEES).

En este sentido, declaró que la comisión ha evaluado en la primera fase de sus trabajos, después de que se constituyera tras la última reunión del Consejo Universitario de Canarias, un total de 12 títulos que imparten en la actualidad la Universidad grancanaria y la Universidad de La Laguna.

No sobran carreras

El análisis y revisión del mapa de titulaciones no tendría en principio efectos de supresión y /o reducción de carreras en Canarias. "En las universidades del Archipiélago no sobran títulos", afirmó Guitián.

Establecer criterios generalistas y de aplicación para todas las comunidades autónomas, con el objetivo puesto en la pretensión de lograr una mayor calidad en la enseñanza superior y la optimización de la financiación pública que se destina a estos estudios, es arriesgado, en su opinión.

"Para una universidad madrileña tener una matrícula de 200 alumnos en un grado puede ser un fracaso; pero para otra más pequeña, todo un éxito", ejemplificó. La reducción del gasto a toda costa está detrás de la reforma. Con la reorganización se ahorrarían unos 56 millones de euros, teniendo en cuenta que el Estado financia entre el 80 y el 85 % del coste de la matrícula.