¿Cómo se produce la selección de sus fotos para el festival?

En Seúl he expuesto cuatro veces. La primera fue con la exposición del 60 aniversario de las relaciones entre España y Corea. La comisaria de la exposición era la propia galerista Saro León y entonces a partir de ahí han surgido contactos, han tenido referencias y me han invitado a muchos eventos, incluido este, al que es la primera vez que asisto.

¿Qué tipo de obras presenta al certamen?

Presento cinco fotografías que recogen las acciones que realicé con mi proyecto Islas Camarias, donde en diferentes paisajes de Gran Canaria represento un movimiento distinto de cómo yo hago una cama.

¿Cómo nace la inspiración de Islas Camarias?

Islas Camarias es una reflexión sobre la agresión que ejerce el ser humano sobre el paisaje. Entonces la idea de la cama viene por la medida del número de camas turísticas. A partir de ahí sale la chispa de hacer este tipo de instalaciones. Es como si agrediera directamente el medio para concienciar a la gente de lo que tenemos, del valor paisajístico. No es un montaje digital, la cama está puesta por mí, hecha allí. No hay photoshop, ni nada por el estilo, es una intervención directa. Me llevo la cama y la hago. Y por eso casa tan bien con el Festival de Ulsan, porque el festival trata sobre el ser humano y el medio ambiente. También he jugado un poco con el espectador, para que le resulte agradable el paisaje y termine valorándolo más. No muestro una fotografía del medio en sí, porque no es a lo que me dedico. Lo que hago es más bien una fotografía de acción.

¿A qué se refiere con fotografía de acción?

Ejecuto una acción en el paisaje, como lo de la cama. Y por eso para este montaje no usé efectos digitales, porque necesitaba de esa interacción directa con la naturaleza, para que tuviera más fuerza, porque no es sacar una fotografía porque es bonito, sino que busco una mayor profundidad de lo que estoy viendo. A la hora de crear lo importante es la transmisión y el diálogo con el espectador. De ahí que para mis proyectos la influencia surja de la investigación en la condición humana, el pensamiento y cómo interactuamos con el medio que nos rodea, cualquiera, no solo la naturaleza.

¿Cómo acogen las fotografías que usted ha presentado en sus visitas a Corea?

Se sorprenden muchísimo de que en una isla haya tanta diversidad de paisajes y de su fuerza. Hay que tener en cuenta que Corea es un país donde las estaciones están muy determinadas y, además, tienen un paisaje monótono. Hay que hacer mucho kilómetros para encontrar algo diferente.

¿Cree que se valoran más sus trabajos allí que en las Islas?

Fuera siempre se valoran mucho más las cosas. Primero porque el paisaje te puede resultar familiar. Aunque hay fotos mías que la gente se piensa que las he hecho fuera, en el desierto de Australia por ejemplo, cuando realmente están realizadas en el sur. También fuera todo es más exótico. Y aquí hay una dificultad de comprensión en la fotografía de acción, estamos más acostumbrados a fotos de retratos, más explícitas... Y ver una cama impacta.