La junta de personal docente no universitario de la provincia de Las Palmas animó ayer a los profesores y resto de la comunidad educativa de las Islas a "plantar cara a un salvaje desmantelamiento del sistema educativo en Canarias" con movilizaciones escalonadas, jornadas de protesta y encierros, y cuya primera acción se traducirá en un "boicot pacífico" en los actos de apertura del curso, el lunes y jueves de la próxima semana.

El pleno de la junta de personal, que ayer ocupó el hall de la Dirección Territorial de Educación en la capital grancanaria como primera medida de sus reivindicaciones, alertó ayer del caos que se producirá en el comienzo del nuevo curso a causa de las medidas de contención del gasto público impuestas por el Gobierno Central. "Hablamos de movilizaciones duras y contundentes porque está en juego el futuro de nuestra juventud y el de Canarias", sostuvo ayer Fernando Pellicer, presidente de la junta de personal. Los representantes sindicales de los 12.000 profesores en la provincia de Las Palmas dejaron claro que si por parte del Gobierno canario "la cuestión no se reorienta, la voluntad es la de paralizar la actividad".

Con unos 1.500 profesores menos en la aulas en el nuevo curso, de los que unos 800 son "interinos y sustitutos que no han sido nombrados y que el pasado curso estaban trabajando" , y unas 700 jubilaciones no cubiertas, Pellicer asegura que el Gobierno canario ha desatendido incluso temas como transporte escolar o la supresión de las ayudas para material escolar, "que por negligencia de la Consejería, las ayudas no van a llegar a tiempo". La junta espera que los docentes decidan organizar un día de protesta a la semana, que asistan con camisas verdes a todos los actos educativos institucionales desde el lunes, apertura de clases en infantil y primaria.