El ex director de la Unesco, Federico Mayor Zaragoza, restó ayer valor y trascedencia de norma a los resultados que para España arrojan informes internacionales como los que miden las aptitudes del alumnado en la enseñanza secundaria (PISA) y la capacidad investigadora en la enseñanza superior (Ranking de la Universidad de Jiao Tong, de Shanghái). "Lo que tenemos que hacer es valorar el progreso muy importante en educación experimentado en nuestro país en los últimos años. Y, sobre todo, no hacer caso a los informes PISA ni todos esos estudios hechos por instituciones económicas".

Mayor Zaragoza realizó estas afirmaciones defendiendo el protagonismo y el ejercicio docentes ante un nutrido grupo de profesorado y cargos académicos universitarios que ayer siguió en la capital grancanaria su conferencia Análisis de las perspectivas de la Educación en España en momentos de crisis, dentro del programa de la X Conferencia de Decanos y Directores de Educación y Magisterio organizada por la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC).

El catedrático de Bioquímica y presidente de la Fundación para una Cultura de Paz, se refirió también en una rueda de prensa previa a su conferencia a la reforma educativa que promueve el Gobierno y a la reprobación del ministro de Educación, José Ignacio Wert, que ayer se votó en el Congreso de los Diputados.

"Sería muy beneficioso para la educación que hubiera un cambio radical de posturas", subrayó. "Cuando no se escucha, cuando se quieren imponer cosas como sea" se pueden producir situaciones como la que ayer se vivió en el Parlamento", advirtió.

Y añadió que "en Educación no caben imposiciones" al tiempo que reflexionó sobre la oportunidad de que se produzca un cambio. "Hay que reconocer cuando uno acierta pero, también, cuando a veces se cometen errores. ¿Por qué que uno se tiene que empeñar en tener siempre la razón?", cuestionó.

En su análisis sobre la situación española y su sistema educativo, en plena coyuntura de crisis, Mayor Zaragoza resumió que el progreso logrado en las últimas décadas es lo sustancial.

"Lo que tenemos que hacer", afirmó, "es saber valorarlo y, sobre todo, no hacer caso a los informes PISA ni a todos estos informes que están hechos por instituciones económicas, aunque con la mejor buena voluntad, y que no saben del tema", añadió.

Según el ex director de la Unesco, "ustedes (a los profesores universitarios) y los maestros son los que saben de educación. Por eso tienen que estar en permanente intercambio de experiencias", añadió.

En el ámbito universitario, Mayor Zaragoza también destacó el esfuerzo realizado y arremetió contra algunas de las ideas gubernamentales de reformar la enseñanza superior.

"Los que digan que no deberían ser tantas son personas que siguen pensando que los privilegiados tienen que tener de todo y, los demás, estar a su servicio. Y eso se ha terminado", aseguró.

En esa línea afirmó que "nos ha costado mucho esfuerzo, con poca retribución, como para que ahora vengan unos cantamañanas a decirnos por motivos ideológicos, a veces, que la universidad española no da la talla".

Para Mayor Zaragoza, "la mejor universidad española es la pública" y aunque ninguna de ellas está en los primeros puestos del ranking internacional de Shanghái eso no cuestiona su calidad ni sus progreso en los últimos años.

Federico Mayor Zaragoza (Barcelona, 1934) es catedrático de Bioquímica de la Facultad de Farmacia de la Universidad de Granada, de la que fue rector. Cofundador en 1974 del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa, de la Universidad Autónoma de Madrid y del Consejo Superior de Investigaciones Científicas. Entre 1981-82 fue ministro de Educación y Ciencia. En 1978 pasó a ocupar el cargo de Director General Adjunto de la Unesco, institución que presidió durante doce años hasta 1999. De regreso en España crea la Fundación para una Cultura de Paz, que preside. Según Mayor Zaragoza, para un catedrático como él la máxima aspiración es que sus alumnos le llamen maestro.