El mal tiempo no fue impedimento ayer para lograr el éxito de una misión espacial que arrancó en el Campus Universitario de Tafira y culminó en Tebeto (Fuerteventura), en apenas tres horas. Dicha misión se resume en el primer lanzamiento en Canarias, tras tres años de trabajo, de un microsatélite a través de un pequeño cohete unido a un globo estratosférico que permitirá su puesta en órbita en el espacio a un coste muy bajo.

La tecnología, desarrollada por investigadores del Instituto para el Desarrollo Tecnológico y la Innovación en Comunicaciones (IdeTic) de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y de la Universidad Autónoma de Barcelona abre las puertas al desarrollo de una nueva actividad económica que permita a Canarias convertirse en el primer lugar en proporcionar acceso a información espacial con pequeños satélites de muy bajo coste.

Así lo afirmaron ayer los artífices del proyecto denominado WikiSat, dirigido por el profesor Joshua Tristancho, de la Escuela de Ingeniería de Telecomunicación de la Politécnica de Cataluña, en el que han participado Juan Martínez, investigador de la UPC, y Javier Pérez, ingeniero del IdeTic.

El sistema, validado ayer con éxito, permite incorporar al cohete hasta cuatro satélites de 20 gramos de peso y 14 centímetros, para disponer de sistemas puntuales de vigilancia y control en tiempo real en situaciones de catástrofes (incendios, vertidos en el mar, inundaciones...). Aportaría datos cada ocho segundos e imágenes para la toma de decisiones sin necesidad de internet. También abre la puerta a la investigación en el espacio para hacer cultivos de bacterias en el vacío, o probar la resistencia de materiales en condiciones de radiación, temperaturas extremas..., "algo que en tierra tiene un coste brutal", afirmaron los investigadores de este proyecto que reduce a 30.000 euros el coste de los satélites que actualmente están en el mercado con iguales prestaciones y cuyo precio asciende a unos 31 millones de euros.

"Hemos diseñado un satélite de dimensiones muy pequeñas que permiten flexibilizar el proceso de lanzamiento a través de globos estratosféricos. Cuando llegan a una altura de 35 o 36 kilómetros, el satélite se despegaría del interior de un tubo que va colgando del globo y desde ahí se realizaría la inyección en órbita, que al ser bastante baja da un tiempo de vida útil del satélite de una a dos semanas y luego se quema al regresar a la atmósfera, con lo que deja la órbita completamente limpia", indicó Javier Pérez, y apuntó que estos sistemas permiten tanto la recuperación de los elementos reutilizables de la lanzadera como la recepción y monitorización de sus parámetros durante el vuelo.

Paralelamente a la construcción del satélite, se diseñó un simulador de código abierto, para conocer, en primer lugar, las medidas idóneas del cohete y a su vez el tamaño del globo; y simular la trayectoria, tiempo de duración...

La prueba realizada ayer, desde la azotea de la sede del IdeTic en el Campus de Tafira, permitió certificar el sistema de lanzamiento, ya que el cohete no llevaba combustible para su puesta en órbita, un paso que se llevará a cabo cuando se demande una aplicación específica para el sistema por parte de alguna empresa o institución.

Estos pequeños satélites despegan a una velocidad de ocho kilómetros por segundo, y tardan 90 minutos en dar la vuelta a la tierra. En su interior llevan una radio que va emitiendo datos a la estación terrestre, una cámara que manda fotos y vídeos, y un mínimo de sensores para la transmisión de telemetría (magnitudes físicas), maqueto torques o electroimanes que permiten la orientación de los microsatélites...

El director del IdeTic, Rafael Pérez, destacó que el siguiente objetivo de este proyecto será, además de continuar las pruebas de lanzamientos, hasta lograr un alto nivel de fiabilidad, "buscar financiación para mantener este sistema a través de las aplicaciones".

El rector de la ULPGC, José Regidor, calificó el proyecto WikiSat como una muestra del importante papel que desempeñan las universidades en el desarrollo de conocimientos que desembocan en tecnologías y servicios de gran valor social. "En un momento de ataque tan brutal a las universidades, nos defendemos con ejemplos como este", añadió.