La Universidad de Las Palmas de Gran Canaria fue pionera en la creación de un sistema de biofiltración de CO2 de gases de combustión utilizando algas. Esta fue la primera patente de la ULPGC, diseñada hace 15 años por el Centro de Biotecnología Marina, entonces Instituto de Algología Aplicada que dirige Cristóbal García-Blairsy Reina, integrado en el Instituto de Oceanografía y Cambio Global.

Desde entonces se han sucedido otras seis patentes, por parte del grupo que dirige García-Blairsy, un ejemplo de transferencia de tecnología, principal reto de los institutos de investigación. La más reciente es una patente, que está tramitándose a nivel mundial, consiste en la selección de una microalga hiperproductiva en lípidos para generar biodiésel.

"La empresa Repsol está tramitando ya la primera patente mundial de la primera cepa de microalga seleccionada para la producción de biocombustible que hemos desarrollado en el Banco Español de Algas", anunció el investigador.

Este logro es un ejemplo de la actividad científica que se genera en el Iocag y que coloca a sus miembros en la vanguardia en investigaciones marinas tanto en el ámbito de la comunidad científica nacional como internacional, gracias fundamentalmente a la coordinación entre los investigadores especializados en las distintas ramas que concurren para comprender de forma óptima el comportamiento del océano.

Así, los grupos de geografía Física y Medioambiente que dirige Emma Pérez-Chacón y de Geología Aplicada y Regional de Alejandro Lomoschitz, han unido sus esfuerzos para estudiar y buscar soluciones a la problemática que tiene Canarias respecto a la erosión de playas y sistemas de dunas, debido a un proceso intenso de alteración humana por la actividad turística.

"Los trabajos que llevamos desarrollando desde hace diez años han puesto de manifiesto que hay problemas ambientales en prácticamente todos los sistemas del Archipiélago y que hay que empezar a gestionar de forma integrada esos espacios para poder mantenerlos", indicó Pérez-Chacón.

"La erosión de playas pueden estar relacionada con fenómenos más amplios vinculados al cambio global, de ahí nuestra presencia en este entorno, pero muchos de ellos están vinculados a alteraciones humanas con la creación de puertos, urbanizaciones en zonas de entrada de arena, y con todo lo que supone el sobrepastoreo de las dunas", añadió la investigadora, para quien la respuestas a muchos problemas "que encontramos a la parte emergida está en la parte sumergida, y por ello la colaboración con los otros grupos del Instituto va a ser muy intensiva".

En estos momentos, ambos grupos trabajan en un proyecto financiado por el Estado, para el estudio de los sistemas de dunas de Maspalomas, Corralejo, Famara y La Graciosa, los más importantes de Canarias, según avanzó José Mangas.

Otro de los fenómenos naturales más recientes en Canarias es la erupción submarina de El Hierro, en la que muchos de los grupos científicos del Instituto de Oceanografía y Cambio Global trabajan en estrecha colaboración con el Instituto Español de Oceanografía. "El impacto que ha producido este fenómeno nos ha llevado a solicitar al Ministerio el proyecto Vulcano, que nos va a permitir visitar la isla en marzo y octubre de 2013 y en marzo de 2014, para ver cómo ha ido evolucionando el sistema marino durante el proceso posteruptivo, tanto desde el punto de vista biológico como físico, químico y geológico, con estudios batimétricos solicitados desde el propio Ministerio. Para ello dispondrán de los barcos del IEO, dotados con la última tecnología científica.

Una de las primeras actuaciones en este campo será colocar una boya científica sobre la cima del volcán, que emitirá datos vía satélite en tiempo real, de temperatura, salinidad, oxígeno, CO2... para estudiar la descalcificación del cono volcánico.

El grupo de Oceanografía Biológica estudia desde hace 20 años la deriva de larvas de peces y de crustáceos desde el continente africano hacia las islas, por la implicación pesquera que ello conlleva. Fruto de este trabajo han logrado desarrollar un sistema para predecir cuándo van a venir esas larvas, en qué cantidad y si se van a quedar alrededor de las Islas de forma que se incremente la actividad pesquera. Dicho sistema, en el que intervienen imágenes de satélite, pueden aplicarse al estudio de posibles vertidos de petróleo.