El próximo 1 de enero Canarias se quedará sin la posibilidad de intervenir a niños con cardiopatías congénitas. La Consejería de Sanidad ha decidido prescindir de esta unidad del Hospital Materno Infantil, abierta en 2001 porque no realiza las suficientes intervenciones al año para mantener la calidad exigida. La responsable regional de Sanidad, Brígida Mendoza, fue ayer más allá al cuestionar la destreza quirúrgica de los profesionales canarios. "Ellos [los cirujanos] saben que no llegan al número adecuado de intervenciones para mantener su propia destreza", expuso Mendoza.

La consejera hizo estas declaraciones tras asistir a una conferencia del presidente del Gobierno de Canarias, Paulino Rivero, quien también justificó el cierre de la unidad a fin de conseguir "una mejor atención" de los pequeños.

Según la directora del Servicio Canario de Salud (SCS), Juana María Reyes, en este momento, de los tres cirujanos que trabajan en dicha unidad -la única del Archipiélago- "sólo uno tiene un 80% del nivel de destreza requerido". Por ello "no vamos a trasladar a los cirujanos para que se formen fuera, sino a los niños que deben ser intervenidos, como ha pasado con seis casos durante este año que se han llevado a Barcelona", añadió.

Familiares y especialistas han criticado duramente la decisión de Sanidad argumentando que supondrá un riesgo para la vida de los pequeños y un gasto que la mayoría no se puede permitir en medio de una crisis económica. Dicha medida también afecta a las mujeres embarazadas a las que se les ha diagnosticado una cardiopatía compleja, que en algunos casos deberán emigrar para dar a luz y que su bebé pueda ser intervenido.

Ante esto, Reyes insistió en que la administración dará a las familias "todas las facilidades". "Hay una orden por la que se paga el billete de viaje con acompañante y 50 euros diarios de dieta. Además, hay un proyecto de colaboración con Cruz Roja por el que tenemos unos pisos en Madrid y Barcelona", explicó.

Los responsables de Sanidad han negado en repetidas ocasiones que la decisión esté motivada por aspectos económicos. Hacen hincapié en que es producto de una búsqueda de una mejora asistencial. Esta decisión se adopta ahora porque este año finaliza el convenio de colaboración que se mantenía desde 2007 con la Fundación San Donato de Milán, por la cual un cirujano italiano venía a realizar las operaciones más complejas.

La consejera Brígida Mendoza aseguró ayer que a lo largo de los años que lleva en funcionamiento el servicio "no se han conseguido los estándares" de calidad que establecen las sociedades científicas, que reclaman un mínimo de 150 intervenciones al año por cada cirujano, mientras en el complejo hospitalario grancanario se realizaron 86 intervenciones en 2011 y alrededor de 40 hasta septiembre del presente año. "Tenemos que garantizar que los niños que necesiten una intervención quirúrgica estén atendidos con la mayor calidad", remarcó.

Mendoza sostuvo que "tras valorar de forma profunda todos los resultados, la decisión, que es muy dura, pasa por cerrar esta unidad, trasladando a los niños con totales garantías a un centro de referencia acreditado". Sobre la crítica de los facultativos acerca de que el avión medicalizado del que dispone Canarias no es el más adecuado, la consejera rebatió que es "el mismo modelo que se utiliza en toda Europa para los traslados médicos". Se trata de "un avión equipado para hacer un soporte vital con una autonomía de vuelo de seis horas".