Hasta un año y medio han tenido que esperar los mayores para obtener una de las nuevas 31 plazas del Centro Sociosanitario El Pino. Estas camas están distribuidas en la séptima planta de la antigua Clínica de El Pino, la última zona de este inmueble que quedaba por abrir. La inauguración oficial se celebró ayer con la visita del presidente del Cabildo de Gran Canaria, José Miguel Bravo de Laguna, aunque hace ya dos semanas que los ancianos disfrutan de las esperadas instalaciones.

Con estas 31 plazas para grandes dependientes, ascienden a 426 los usuarios de El Pino que se dividen en los servicios de Mayores, Demencia y Salud Mental, tanto en residencia como en el centro de día. También se ha ampliado la plantilla para hacer frente a las nuevas necesidades, llegando a los 250 profesionales, entre médicos, enfermeras, auxiliares de enfermería, psicólogos o animadores socioculturales.

En total, en Gran Canaria hay 3.431 plazas para mayores y discapacitados, cuya competencia es del Cabildo. La apertura de las 31 nuevas camas de El Pino es "un paso insuficiente porque siempre es insuficiente en relación a las necesidades sociales que existen", reconoció ayer José Miguel Bravo de Laguna que cifró en "miles" las personas de la tercera edad que aguardan una plaza en algún centro de la isla.

Para paliar esta situación el presidente del Cabildo explicó que la partida que más sube en 2013 es precisamente la dirigida a la política social, lo que significa una "muestra" de que este ámbito es "fundamental" para la institución insular. "Las necesidades son siempre superiores a las posibilidades, pero vamos avanzando", sostuvo. En concreto, según Bravo de Laguna, el presupuesto de política social pasa de 100 millones a 106 millones el próximo año.

Para mantener El Pino, que gestiona el grupo sanitario ICOT, cada año se invierten siete millones de euros. Sólo la planta séptima supone un gasto anual de 800.000 euros, como explicó Esther Monzón, gerente del Instituto de Atención Social y Sociosanitaria del Cabildo Insular de Gran Canaria.

"Con estas plazas se da respuesta a la demanda real de la lista de espera que se sitúa entre un año y año y medio", expuso Monzón que admitió que mientras más espere el residente por la cama, en peor estado llegará. Monzón explicó que los residentes realizan un copago por este servicio que depende de varios factores, como los ingresos económicos, pero que suele oscilar entre los seis euros por plaza al día.