Investigadores del Departamento de Ciencias Históricas de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) han hallado nuevas pistas sobre la mutilación de cráneos en los rituales que se llevaban a cabo en el neolítico, práctica que hasta ahora sólo se identificaba como una forma de veneración a los ancestros o a los héroes.

La investigación, que se desarrolla en colaboración con científicos del CSIC y de la Universidad Sophie Antipolis de Niza, indaga sobre el tratamiento ritual de los cráneos con esqueleto facial mutilado en el neolítico pre-cerámico del sur de Siria, y desvela que, lejos del carácter positivo de la práctica, la misma esconde signos de castigo y hostilidad.

Así lo afirmaron los profesores de la ULPGC Javier Velasco y Jonathan Santana, tras el estudio de once cráneos encontrados en el yacimiento de TellQarassa Norte (Siria), datados a mediados del IX milenio A.C.

"Los cráneos fueron encontrados en dos grupos organizados en círculo sobre el suelo de una habitación y corresponden, salvo uno infantil, a individuos jóvenes-adultos y masculinos. En diez de los once casos, la cara se eliminó voluntariamente. En el contexto del neolítico pre-cerámico, en el que la simbología de la cara humana juega un papel fundamental en las concepciones rituales, como puede observarse en el uso de máscaras, esculturas y cráneos modelados, esta eliminación de las caras podría interpretarse como un acto de hostilidad", explican. Los historiadores canarios aseguran que los resultados del trabajo ponen de manifiesto un tratamiento hacia los cráneos que se aleja del culto a los antepasados y se identifican como un rito de castigo o venganza.

Los profesores Velasco y Santana han trabajado en distintos yacimientos en Oriente Próximo, en el marco del proyecto de investigación que dirige Juan José Ibáñez del CSIC. Su labor ha estado centrada en el análisis de los depósitos mortuorios y el estudio de los restos humanos recuperados en estos contextos. En la actualidad, además de en Oriente Próximo, el equipo de la ULPGC también trabaja en estudios de la población prehispánica de Gran Canaria.