El grupo de investigación de Oncología y Endocrinología Molecular de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria ha solicitado la patente de un fármaco antitumoral que tiene acción contra determinados tipos de leucemia. Dicha patente está en proceso de evaluación y es el resultado de la actividad investigadora que viene desarrollando desde hace una década el equipo científico que dirige Leandro Fernández Pérez.

"Hemos solicitado una patente con un antileucémico que descubrimos hace aproximadamente un año. Está en proceso de evaluación en estos momentos y esperamos que tenga éxito", afirmó el especialista en Farmacología.

El objetivo fundamental de este grupo científico es el descubrimiento y desarrollo de nuevos fármacos. En este contexto, actualmente trabajan en dos líneas de investigación centradas en la búsqueda de nuevas moléculas, unas con actividad antitumoral; y otras con actividad reguladora de la acción de los estrógenos aplicada como tratamiento de enfermedades metabólicas.

En el ámbito del cáncer, trabajan en un proyecto financiado por el Ministerio de Economía y Competitividad que se centra en la búsqueda de fármacos o nuevas moléculas con actividad antitumoral, particularmente con actividad antileucémica, dirigidas a determinados tipos de leucemia: la eritroleucemia, una enfermedad sanguínea maligna caracterizada por una proliferación de elementos eritropoyéticos en la medula ósea, eritroblastos con núcleos extraños, lobulados y mieloblastos patológicos en sangre periférica; y la policitemia vera, una patología de la médula ósea que lleva a un incremento anormal en el número de células sanguíneas (principalmente glóbulos rojos). "La policitemia vera están caracterizadas por la actividad de una proteína de las cual nosotros somos especialistas desde hace muchos años. Estamos buscando fármacos que sean capaces de matar o destruir esa leucemias actuando sobre dicha proteína", indicó el profesor Fernández Pérez.

Dicho proyecto se lleva a cabo en colaboración con el Instituto Universitario de Bio-Orgánica (IUBO) de la Universidad de La Laguna, formado por químicos altamente especializados en la síntesis de nuevas moléculas.

"Las sustancias se buscan en plantas fundamentalmente de origen terrestre y de la flora endémica canaria. Gran parte de dichas moléculas son originales, de nueva síntesis, es decir, que no están obtenidas de fuentes naturales, sino que han sido diseñadas por los químicos y sintetizadas en el laboratorio", informó el coordinador del grupo de investigación de Oncología y Endocrinología Molecular de la ULPGC.

La colaboración entre las dos universidades canarias consiste en que, mientras los investigadores del IUBO se constituyen como una fuente de moléculas, el grupo de la ULPGC es responsable de buscar las actividades antitumorales de las mismas.

"El grupo de Química es responsable de fabricar esa librería de moléculas. Algunas se extraen de productos naturales, pero fundamentalmente se sintetizan en función del mecanismo que nosotros queramos inhibir en la célula tumoral. Es lo que se llama un diseño racional, es decir, conociendo las moléculas que quieres bloquear en las células, en función de su estructura, diseñas fármacos o moléculas químicas que sean capaces de inhibir o regular dicha función", apuntó.

Aunque la mayor parte de las moléculas que se analizan son "fabricadas" en el laboratorio; también se evalúan productos de origen natural, "pero de forma más ocasional, cuando hay sospechas por su estructura de que puede tener una determinada función". La colaboración interuniversitaria del citado grupo de investigación se enriquece con un tercer componente, el empresarial, a través de una empresa farmacéutica canaria, el Centro Atlántico del Medicamento (Ceamed). "Con esta empresa también tenemos un proyecto para el desarrollo de moléculas, financiado por el Ministerio de Economía y Competitividad, a través del Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI)".

En lo que respecta a la segunda línea de investigación del grupo de Oncología y Endocrinología Molecular, sus pasos se encaminan a la evaluación de sustancias que potencialmente pueden regular las acciones de los estrógenos.

"También obtenemos nuevas estructuras químicas por parte del Instituto IUBO de la Universidad de La Laguna, y nosotros evaluamos las actividades o la capacidad que tengan esas moléculas para modular la acción de los estrógenos, de forma que descubramos sustancias que pueden ser útiles para el tratamiento de enfermedades metabólicas".

Se buscan fundamentalmente fármacos para el tratamiento del síndrome metabólico, una patología que engloba una serie de cuadros que aumentan el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares y diabetes tipo 2 (hipertensión arterial; aumento de los niveles de azúcar; niveles sanguíneos elevados de triglicéridos, un tipo de grasas; bajos niveles sanguíneos de HDL, el colesterol bueno; y exceso de grasa alrededor de la cintura).

Trastornos

"El síndrome metabólico está muy relacionado con las enfermedades cardiovasculares, diabetes, fallos hepáticos. Los estrógenos tienen capacidad para controlar los trastornos del metabolismo, y la idea del proyecto es aprovechar la capacidad que tienen los estrógenos para controlar sus trastornos metabólicos con el menor riesgo posible de que alteren las características femeninas del individuo, es decir, trabajamos para descubrir moléculas que tengan actividad estrogénica para controlar esas alteraciones metabólicas, sin que, en el caso del hombre, aparezcan signos de feminización".

Respecto al rendimiento de estos estudios, el doctor Leandro Fernández informó que el grupo ha obtenido "resultados bastante prometedores, ya que hemos encontrado moléculas capaces de actuar como estrógenos y como antiestrógenos, unos resultados que esperamos publicar próximamente".

El citado grupo de investigación ha sido pionero en el uso de las tecnologías genómicas en Endocrinología y es un colaborador habitual de revistas científicas internacionales en este campo.

En los últimos cinco años han registrado más de 21 publicaciones de gran impacto; y gracias a su actividad investigadora están presentes en los principales congresos internacionales relacionados con este ámbito de investigación. Además, pertenecen a sociedades científicas nacionales, europeas y de Estados Unidos en los campos de la Farmacología, Endocrinología y Nutrición, y Cáncer.

El grupo de la Universidad grancanaria ha implementado en el laboratorio la tecnología de microarrays de ADN, también denominada chips o microchips de ADN, para análisis de alto rendimiento cuantitativo para identificar los mecanismos moleculares de las drogas de plomo o predecir su toxicidad. Como resultado de esta investigación interdisciplinar, han logrado descubrimientos innovadores en el campo de los Moduladores selectivos de los receptores de estrógenos (SERM) y los inhibidores de la señalización de STAT.

Los dos proyectos científicos en curso, fruto de la experiencia de tres décadas por parte de sus investigadores principales, obtuvieron financiación oficial a partir de 2009. "Ahora acabamos de renovar la subvención del Ministerio hasta 2015. Somos de los pocos grupos de investigación que hemos escapado de los recortes, y además compitiendo con equipos de otras comunidades muy fuertes".

El profesor Fernández atribuyó el éxito de la asignación al hecho de que la tendencia actual del Ministerio es la de financiar proyectos coordinados en el que no sólo participen varias universidades, sino que se implique a la empresa privada. "Nosotros tenemos todos los elementos y creo que esa ha sido la clave del éxito", subrayó.