La nueva Ley de Servicios Profesionales que pretende aprobar el Gobierno de España en el primer trimestre de este año, y que ha desatado la polémica entre arquitectos e ingenieros a cuenta de que los primeros pierden la exclusividad en el diseño de las edificaciones, no supondrá en la práctica que los segundos asuman la creación de ese tipo de proyectos.

Al respecto, el decano del Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de Canarias Oriental, José Antonio Lucendo, fue ayer clarificador. "Los ingenieros no queremos hacer edificios", afirmó sobre la eventual consecuencia de la pérdida de la atribución en exclusividad que desde hace más de una década tienen los arquitectos en el diseño de edificaciones de prácticamente todos los usos (administrativo, sanitario, religioso, residencial en todas sus formas, docente y cultural).

Según Lucendo "los arquitectos tienen su campo de trabajo, y los ingenieros industriales, el nuestro. Igual que el resto de ingenierías tiene el suyo, aunque con líneas de delimitación poco claras en ocasiones", matizó.

A su juicio, "lo más lógico es que cada profesional trabaje en lo que realmente tenga competencia, que no atribuciones. Ni los ingenieros queremos ser arquitectos, ni supongo que los arquitectos quieren ser ingenieros", insistió.

El origen de la disputa está en la Ley de Ordenación de la Edificación (LOE), aprobada en 1999. "Hemos convivido con ella en tiempos de bonanza económica, soportando cantidad de denuncias, informes jurídicos y sentencias judiciales negándonos atribuciones profesionales que defendemos que tenemos", recordó Lucendo refiriéndose a los litigios que en más de una década han mantenido arquitectos e ingenieros por este asunto.

De esas disputas hablan algunas situaciones cotidianas, y no menos paradójicas, que se suceden hasta la actualidad en el ejercicio profesional de los ingenieros.

"Nosotros no podemos proyectar una escuela taller, por ejemplo, por que tiene uso docente. Pero sí podemos diseñar un taller mecánico con uso industrial. Algo realmente absurdo", declaró Lucendo.

Tampoco pueden diseñar los ingenieros un hospital, pues es un edificio con uso sanitario, atribución en la actualidad exclusiva para los arquitectos según la ley vigente. "No podemos diseñarlo pero sí podemos intervenir en la estructura, en las vías de evacuación, las instalaciones de protección contra incendios y, por supuesto, en todas las instalaciones de alta y baja tensión, de grupos electrógenos, la climatización, los quirófanos, etc. Este es un caso, también, que evidencia que podamos hacer todo menos la caja, el edificio, que debería ser lo menos importante", a su juicio.

Los ingenieros sienten cada día cómo se cuestiona su competencia profesional. "Los técnicos municipales en sus informes, en muchos casos, ponen en tela de juicio nuestra idoneidad como ingenieros. Y hasta se nos niega nuestra competencia en la inspección técnica de los edificios que son de uso residencial".

Para el decano provincial la posición de los arquitectos ante la nueva ley los primeros en abrir esta polémica, "ha sido un poco dura" al reivindicar el mantenimiento de la atribución en exclusividad del diseño de los edificios.

Trabajo multidisciplinar

El que ahora la nueva norma vuelva a equilibrar las atribuciones entre estos profesionales redundará en "mejorar el concepto de seguridad de las edificaciones", además de un previsible impacto positivo en los costes que pagarán los usuarios por estos servicios.

"El Gobierno trabaja ya en la elaboración de una normativa transversal que delimite la frontera en el trabajo a realizar por los ingenieros y los arquitectos. La tendencia, y creemos que es lo más idóneo, es que los proyectos serán abordados por equipos multidisciplinares, en los que cada uno cumpla su tarea".