La nieta de Juan Negrín, fisiólogo grancanario y jefe de Gobierno de la Segunda República, arremetió ayer contra las erratas y omisiones de la ficha dedicada a su abuelo en el Diccionario Biográfico de la Real Academia de Historia, a las que calificó de "burdas y perversas" que en su opinión "lo deja como un pelele sin iniciativa". Carmen Negrín subrayó que "esas erratas son bastante importantes porque algunas tienen consecuencias, con fechas que son inexactas en cuanto a nacimiento, matrimonio, muerte y hasta la cantidad de hijos que tuvo".

Carmen Negrín no prevé emprender acción alguna para que la Academia enmiende dichos errores que afectan a aspectos del perfil humano, científico y político de su abuelo que aparece en el Diccionario Biográfico. "Corregir una ficha de un personaje que tenga que ver con la República, sería como validar el resto del Diccionario, y eso no lo voy a hacer. No voy a pedir a la Academia que rectifique, si hay historiadores que quieran hacerlo, me parece bien, pero dudo que la Academia tenga voluntad para ello. A priori no quiero validar el conjunto de esa obra, ya que lo que se dice de Franco y Azaña es tan aberrante, y yo soy muy intransigente en este aspecto, o todo está bien o todo está mal, y desde luego no me corresponde hacerlo".

Lo que sí hará Carmen Negrín, tal como anunció ayer a este periódico en conversación telefónica desde su domicilio en París, es ponerse en contacto con Josep Lluis Barona Vilar, autor del texto relativo a Juan Negrín. "Hablaré primero con Barona, es una persona seria que sabe mucho de la parte médica, y en la parte política no sé quién lo habrá escrito, y luego veré lo que hago. No le voy a reprochar nada, aunque las lagunas son aberrantes e inducen a una doble interpretación, aunque en verdad está mucho menos mal de lo que esperaba".

La nieta del político y médico grancanario considera que la biografía se ha realizado de una "forma muy viciosa", con aseveraciones "extraordinariamente inexactas", que desvirtúan el perfil de su abuelo. "Las lagunas son aberrantes, y en algunos casos inducen una doble interpretación", asegura.

La huida

A este respecto, Carmen Negrín enumera errores que considera graves como el hecho de que "dicen que no se trajo biblioteca alguna de Alemania, y resulta que yo la tengo en casa". En su opinión, "una cosa es salir de un país cuando uno se muda y no salir huyendo y dejando todo atrás, como se deja entrever aquí. Él se va de Alemania un año después de empezada la guerra, así que no salió huyendo". Prosigue Carmen Negrín puntualizando que "si se va a Alemania, en el Diccionario se da a entender que lo hizo porque su padre era rico, y no porque quería aprender algo".

La nieta de Negrín abunda en el relato de la estancia en Alemania, en concreto "cuando dice que publica con ayuda de Von Brücke, y una cosa es tenerlo como director de la tesis, y otra cosa distinta es que le ayude a escribir". En su opinión, "es la forma en que se dice, pequeñas connotaciones que cambian completamente el tono". No admite Carmen Negrín que se reste importancia y se omita la formación de su abuelo. "El único talento que se le reconoce es que habla idiomas, y ni siquiera se dice cuáles, se habla de una traducción al francés, que es algo muy banal, y se omiten las traducciones al húngaro, más importantes, y no se mencionan". De igual manera, se obvian otras cuestiones académicas, como "su doctorado en Economía, que no pudo terminar en Alemania, un dato que podría dar a entender por qué funcionó como ministro de Hacienda".

El trabajo que desarrolló Juan Negrín en la Residencia de Estudiantes aparece igual de mutilado, según su nieta. "Se habla del trabajo en el laboratorio de la Residencia, no se dice explícitamente, y se omite, que él fue el fundador del Laboratorio de Fisiología, que lo pidió Ramón y Cajal, pero se le encargó a él. Tampoco los cursos en la universidad y que tenía su propio laboratorio", señala.

"En un diccionario no se pueden poner mil cosas, pero en la medida que menciona que la esposa era judía, es igual de relevante mencionar que tenía su propio Laboratorio", sostiene. Se lamenta Carmen Negrín de la afirmación que da a entender que su abuelo dejó de lado la medicina, "cosa que no es cierta, porque, incluso, cuando la guerra, publicaba resúmenes de la actualidad médica mundial para que en el frente, aunque no tuvieran laboratorios, pudieran seguir practicando la medicina". A su juicio, "si da prioridad a la política es porque sin una estructura política no podía avanzar la ciencia".

En cuanto a la formación política e ideológica, puntualiza Carmen Negrín que "a los 14 o 15 años, antes de salir de Canarias, ya tenía conciencia política, se encontraron cartas donde habla de política con sus amigos, y la afiliación al PSOE fue por interés propio, si acaso, con el apoyo de Prieto, que no se menciona aquí". Nada tuvo que ver Juan Negrín con el movimiento revolucionario de 1934 de Largo Caballero. "Tuvo simpatías con los huelguistas, y no es lo mismo que decir que estuvo implicado con los revolucionarios". Tampoco estuvo a merced de los comunistas, como se sugiere, ya que "la influencia de éstos era muy relativa, era un Gobierno de coalición, un frente popular donde estaban representadas todas las fuerzas políticas, incluso los anarquistas".