Un grupo de alumnos de la ESO, seleccionados de entre varios institutos de las siete Islas, tendrán que fabricar su propio robot submarino gracias a una iniciativa de la Plataforma Oceánica de Canarias (Plocan) para que los jóvenes se acerquen a la tecnología. Como si de una versión de 20.000 leguas de viaje submarino se tratara, este grupo de estudiantes, que estará tutelado por un profesor de Tecnología, podrá construir su propio robot submarino, verlo funcionar, y competir con él en un concurso que se celebrará al final del curso académico a través de una serie de pruebas con los artefactos bajo el agua.

Para instruir a los profesores de Canarias, se ha trasladado a las Islas un grupo de investigadores de la Universidad de Gerona que realizan vehículos muy sofisticados en el campo de la robótica submarina. Los alumnos tendrán que fabricar un vehículo que será teledirigido con una consola y que estará realizado con materiales de muy bajo coste y con un diseño muy simple para ahorrar gastos, pero con el que se podrán aprender los principios físicos de la electrónica, las matemáticas y el trabajo en equipo.

El director de Plocan, Octavio Llinás, aseguró ayer durante la presentación que esta iniciativa, que lleva el nombre de Taller de robótica submarina para alumnos de Secundaria, y que ha sido puesta en marcha con la colaboración de la Universidad de Gerona y la Obra Social de La Caixa, tiene como objetivo paliar el déficit de vocaciones científicas y tecnológicas que están disminuyendo de forma alarmante en Canarias en el marco de una tendencia general en la sociedad occidental. "Quienes trabajan en el consorcio de la Plataforma Oceánica, como parte interesada en el desarrollo científico", señaló, "les preocupa esa falta de vocaciones, que entienden que se debe a un desconocimiento que hace que los jóvenes se sientan socialmente lejos de la tecnología y solo se vean como usuarios de ella, pensando que inventarla es tarea de otros países".

Llinás añadió que la experiencia podría dar una salida laboral ni siquiera imaginada hasta ahora a esos u otros jóvenes de Canarias, en la medida en que se prevé que en años venideros se ponga en operación en el mundo más de un millar de nuevos robots submarinos, de los cuales varios de ellos estarán en aguas de las islas y en las costas africanas, y que necesitará personal especializado que trabaje con ellos. "Cada robot necesita cuatro personas para operarlo y eso va a suponer 6000 nuevos puestos de trabajo que no existen".

Artefactos

El investigador de la Universidad de Gerona, Miguel Villanueva, adelantó que los chicos harán sus artefactos con tubos de PVC, trozos de madera, cables e interruptores y pequeños motores que, aunque en una escala y con una resistencia menor, tendrán las mismas funciones que los comerciales, que son mucho más caros y sofisticados.

El profesor de computadoras de la Universidad de Gerona, Xavier Cufé, subrayó, por su parte, que han venido para transferir sus experiencias a los profesores de las Islas para que ellos mismos la transmitan a su alumnos, ya que "desarrollamos submarinos autónomos grandes, y una de las tareas que tenemos es divulgar este trabajo y que vuelva a revertir en la sociedad". Los investigadores, además han cambiado los formatos para cederles todas las herramientas y que tengan el mismo éxito.

El director territorial de La Caixa en Canarias, Andrés Orozco, calificó la idea como emocionante y añadió que todo ello será posible, además, con un coste "casi increíble", ya que cada grupo de trabajo del taller podrá adquirir los materiales para hacer su robot submarino "gastándose solo 40 ó 50 euros".

Para Orozco, los alumnos podrán darse cuenta de muchas cosas", entre ellas de que objetivos o materias que parecen muy remotos no lo son tanto y, "sobre todo, de que quienes hacen posible las cosas son las personas", si afrontan sus metas con esfuerzo e ilusión, argumentó Orozco.