Se llama Yanira Gutiérrez, tiene 30 años y ha crecido en el barrio capitalino de San Roque. La grancanaria estrena 2013 como chica de portada de la revista Interviú. El número 1.920 de la publicación la convierte en chica de portada, el premio a un intenso año de trabajo, "un año estresante", según sus palabras, en el que Yanira se ha fajado como modelo para distintas marcas de ropa, lencería y cosmética. "Esto me servirá para ir creciendo un poco mas", decía la modelo el pasado jueves en la plaza de Santa Ana durante la sesión de fotos que ilustran este reportaje.

El desnudo para la revista con la portada correspondiente, le llegó como un regalo tras ser una de las firmes aspirantes a ser la Chica Interviú 2012. Estuvo entre las cuatro finalistas, pero la madrileña Daniela Botelho se llevó el triunfo, y para ella fue la última portada del pasado año. El impacto que tuvo la grancanaria entre los internautas que participaron en el concurso fue tremendo, entre votos nacionales y distintos países de Latinoamérica, y tras las correspondientes sesiones de "desnudo elegante", como repite la modelo, llegó su hora.

Poco más de un año tiene la historia de la Yanira modelo. "Siempre me ha gustado la moda", asegura, aunque fue su compañero y ahora representante "quien me metió el gusanillo". Le organizó una sesión fotográfica, un regalo que le llegó en enero del pasado año, y desde entonces ha sido prodigarse en sesiones fotográficas con salidas semanales a Madrid y Barcelona. "Ha sido mucho, la verdad, pero a día de hoy todo es maravilloso, el esfuerzo lo ha merecido", asegura. Administrativa de día en un despacho de arquitectos y modelo el resto de la jornada, el estudio fotográfico y los flashes no son un entorno extraño en la vida de Yarina Gutiérrez. "Antes era fotografa, siempre me ha gustado el mundo de la fotografía y la publicidad, y al principio ni quería meterme en una aventura de este tipo, me gustaba estar detrás de la cámara y tras aquella sesión, me cambió el chip".

Dice la modelo que cada paso al frente en el último año ha sido un reto profesional jamás soñado. "Sesión tras sesión he ido conociendo gente, cada vez con sesiones mas profesionales, y en cada una de ellas el tema ha ido a más con estilistas, maquilladoras, y con el tiempo me ofrecieron a trabajar con distintas marcas, y eso me ha abierto muchas puertas. Igual me ha pasado con los fotógrafos, que tras cada proyecto querían trabajar conmigo".

Catálogos para tiendas de ropa, físicos y on line, reportajes en publicaciones como Eden y Fabulosa, portada en 609, y frecuente en la cartera de distintos diseñadores nacionales entre prêt-à-porter y lencería, han marcado la agenda de la grancanaria en los frenéticos últimos doce meses.

La portada de la citada revista, que supone en su opinión un excepcional plus hacia la popularidad, compensa la magüa de no ganar la competición. Con una estatura de 1,60, aunque luce tacones de medida noble, siempre tuvo claro que si le tocaba desfilar la ponía en desventaja hacia las otras candidatas. "La pasarela no era lo mío, no tenía experiencia, y en la gala de noviembre tuve que desfilar, algo que no había hecho nunca", se lamenta. "Lo hice con toda mi ilusión, me quedé triste pero a la vez contenta porque la compañera que ganó lo hizo muy bien", apunta Yanira.

Se define como "sensual y elegante, la sensualidad es mi marca, tengo mis poses, mis pausas, y se lo que quiero, lo me gusta y lo que no, y creo que todo esto junto con ser canaria, es lo que me ha vendido un poco".

El desnudo que la convierte en la chica de moda en el entorno, al menos esta semana, no le preocupa, aunque tiene claro que en este negocio hay que marcar bien los límites, y "lo más importante, tener un representante que defienda lo que te conviene en cada momento". Asegira Yanira que posar desnuda es algo natural. "Cuando hago las sesiones solo trabajo con la maquilladora y el estilista, no lo hago con mucha gente a mi alrededor, no me dedico a hacer srtiptease ni soy una stripper, que nadie se confunda con mi trabajo, y he rechazado muchos desnudos para los que me ofrecían mucho dinero, sólo lo hago con gente que se dedica profesionalmente a esto, y desde luego, nunca verás un desnudo vulgar, mis desnudos siempre son elegantes".

¿Cuál es el secreto para sobrevivir en este mercado en el que acaba de meter la cabeza y espera permanecer por tiempo? Según Yanira, "he sobrevivido gracias a mi representante". Y es que pese a las apariencias "soy muy sensible aunque parezca una mujer explosiva, y mucha gente me ha querido hacer daño en estos meses, han suplantado mi identidad en las redes sociales, y en este mundo es necesario que alguién defienda tus derechos y te quite de encima un montón de problemas. Todas las mujeres tenemos nuestras manías y lo importante es que siempre intentes superarte, y si hoy trabajas con alguien que es muy bueno, mañana hazlo mejor.

Sus medidas le han dado popularidad, desnudo y portada: "95-64-96", afirma con rotundidad, y el culto a la figura no ha llegadp todavía a convertise en una obsesión. "Siempre fui malísima para los deportes y desde hace un tiempo voy al gimnasio, y como de todo pero bien, me gusta comer sano".

De vuelta al futuro profesional, la modelo grancanaria y su representante Tamarán Sánchez, que mueve a otras cuatro modelos, manejan varias ofertas que se han ido sumando en los últimos meses, sobre todo desde que en octubre de 2012 se hizo público que Yanira era una de las diez finalistas en el concurso anual de Interviu. "Desde luego que me gustaría ser la imagen de una marca o que me llamen para hacer publicidad, mejor. Me gusta todo, mientras no sea vulgar, repito que soy muy sensual y me encanta la lencería. De hecho, miro muy bien los trabajos que me ofrecen, soy muy selectiva en los proyectos que llegan, y no acepto cualquier cosa".

Le gusta leer a Tolkien, escuchar a Rihanna, "que me transmite mucho", y se declara admiradora de la canadiense Coco Rocha, "una modelo impresionante a la que me gusta seguir", y tiene claro que si quiere vivir de este negocio tendrá que cambiar de residencia. "Aquí hay muy poco que hacer y me da pena porque siempre añoro la Isla y si quiero trabajar en publicidad o en moda, tendré que instalarme en Madrid o Barcelona".