"Hoy es fácil entender que tu obra es algo más extenso y perdurable, más arraigado e inagotable que es te edificio y el Banco al que ponemos hoy tu nombre", afirmó ayer la investigadora Antera Martel durante el acto de denominación del Banco Español de Algas con el nombre de su fundador, el recientemente fallecido Guillermo García-Blairsy Reina.

Martel, uno de los miembros más antiguos del equipo científico del BEA formado por el catedrático de Biología Vegetal de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, habló en su nombre y en el de sus compañeros, sobre la figura del profesor y su legado. "En los claros y oscuros del trabajo cotidiano y en los renglones torcidos de nuestra relación se escribieron 25 años compartiendo con él y con Juan Luis Gómez Pinchetti este proyecto: el laboratorio de Biología Vegetal Marina, el Instituto de Algología Aplicada, el Centro de Algología y ahora el Banco Español de Algas. Muchos nombres para un mismo fin, un sueño, una utopía y finalmente una realidad".

La investigadora recordó los primeros años de Guillermo García Blairsy "sentado en su despacho en Tafira, haciendo y rehaciendo los planos de este edificio con una regla y una hoja de cuadros. Muchos, durante años, lo llamaron el chiringuito de Guillermo, porque creyeron que esto no era más que un capricho, pero como quijote que lucha contra molinos , nunca se arrendó, se diría que tomaba fuerzas de los tropiezos y se reinventaba con cada escollo".

Antera Martel calificó al catedrático como una persona con una visión de futuro y una inteligencia extraordinaria. "Seguirlo fue difícil, agotador y desconcertante. Era tan impulsivo como creativo. Muchas veces quejándose de ver una realidad tan clara de esta sociedad y la ceguera y la mediocridad de otros. Eso le causó enemistades enconadas, pero también el cariño, la fidelidad y la admiración de muchos que vieron cómo se hacía realidad el lema de Guillermo: con sol y agua de mar se pueden cultivar algo más que turistas".

Cariño, fidelidad y admiración que ayer quedó patente en el acto de homenaje a su figura, en el que estuvieron presentes, junto con el rector de la ULPGC José Regidor, sus familiares, entre ellos su padre Cristóbal García-Blairsy y sus hijos, Guillermo y Sergio; todos sus compañeros y amigos del Banco Español de Algas y del Instituto de Oceanografía y Cambio Global (Iocag) de la ULPGC y de la Facultad de Ciencias del Mar.

En representación del Iocag habló el catedrático de Biología Javier Aristegui, compañero y amigo personal de García-Blairsy Reina. "Un día, no hace tanto, me dijo que se sentía orgulloso de haber dado vida al Banco Español de Algas, a pesar de las zancadillas y adversidades que sufrió a lo largo de muchos años. Pero sobre todo se sentía orgulloso del magnífico equipo humano que había reunido. No hay mejor homenaje a su memoria que el luchar día a día por hacer crecer el centro y que sea un referente internacional. Luchar por ser imprescindibles, como fue él".

Por su parte, el rector de la Universidad de Las Palmas, rememoró el empuje y el trabajo que llevó a García Blairsy a firmar hace más de 25 años el convenio con el Estado para la creación del Banco Español de Algas. "Hace 25 años el área de las algas no tenía un gran atractivo, pero hoy es un elemento estratégico, de absoluta importancia, y es una fortuna para nosotros que Guillermo tuviera esta visión".

Al acto también asistieron personalidades de organismos públicos, como el director general de Investigación Científica y Técnica del Ministerio de Economía y Competitividad, Juan Mª Vázquez Rojas; la delegada del Gobierno Mª del Carmen Hernández-Bento y la alcaldesa de Telde Mª del Carmen Castellano, entre otros.

Vázquez Rojas, que viajó ayer desde Madrid para estar presente en el descubrimiento de la placa con el nuevo nombre del BEA, "para cumplir un compromiso que adquirí con Guillermo hace diez meses, cuando me invitó a visitar el Banco", destacó la importancia del centro, como referente estatal y europeo en microalgas y cianobacterias. El representante del Ministerio informó que el Banco cuenta con el apoyo del Gobierno estatal y que actualmente se está negociando una adenda al convenio para garantizar el futuro del centro con la financiación necesaria. "Este es un compromiso y un bien a compartir entre todos, porque es un proyecto del Estado, de Canarias y de la Universidad de Las Palmas".

Sobre dicho futuro, el director del BEA, Bruno Berheider, anunció la concesión de un proyecto financiado con fondos europeos Feder, "que nos dará oxígeno los próximos tres años, y estaremos en conversaciones para ver que formulas se pueden articular a partir de entonces", concluyó.