Francisco González, Alberto Manrique de Lara, Enrique García Cañas, Eduardo Millares Cho-Juaá y Fernando Montecruz, cinco manos diestras de la viñeta canaria, dan forma a la muestra Domingo Rivero y el arte de la caricatura, para "rendir homenaje a la figura del intelectual, del escritor, del periodista y de los grandes caricaturistas canarios vinculados a las redacciones de periódicos", como explica el comisario Franck González. La exposición, que abre esta noche sus puertas a las 20.00 horas en el museo Poeta Domingo Rivero, se acerca al vínculo de estos artistas con unas publicaciones "que fueron fundamentales en el desarrollo cultural de la ciudad", subraya el doctor en Historia del Arte.

Domingo Rivero "representa un punto de referencia como figura de la bohemia de la capital" y como tal, sirve de modelo para cinco de las 25 caricaturas que ofrece la muestra. La primera, de 1908, es obra de Francisco González (conocido como Paquito Perejil), publicada en la revista La Careta. González, del que se muestran cuatro caricaturas, es un exponente cuyo peso radica en que "las primeras caricaturas canarias dedicadas a periodistas y escritores, las publica la revista Gente Nueva, en torno a 1900, de modo que es casi de las primeras". El estilo de González casa "con los comienzos del movimiento modernista", aclara el crítico de arte.

Del trabajo de Alberto Manrique de Lara, quien formó parte de la redacción de LA PROVINCIA en 1923, se extraen para la muestra dos piezas. Una de ellas también retrata a Domingo Rivero, que aparece como secretario de la Audiencia Territorial de Canarias, "cargo que ostentaba" el poeta. Alberto Manrique publicó "un grupo de unas 60 caricaturas de los personajes de la política, de la cultura y la sociedad de esa época", entre otros, apunta Franck.

En esta gira retrospectiva por el periodismo gráfico, ahora de la mano de Enrique García Cañas, aparecen personajes como Juan Rivero, tío de José Rivero (director del museo que acoge esta muestra) y primer director de La Crónica; o Padilla, segundo director de este periódico. También se contempla a sus periodistas, como Ventura Ramírez o José el Canelo, redactor "muy conocido, que trabajó en Madrid, La Habana y acabó de vuelta en La Crónica", recuerda Franck.

García Cañas, además, como caricaturista de La Crónica, posee un gran peso como figura del arte, dado que "fue el primer profesor de dibujo técnico de la Escuela Luján Pérez en 1918". De hecho, en La Crónica "se publicaron los textos fundacionales de la escuela, obra suya", puntualiza Franck.

Y después aparece Cho-Juaá y sus caricaturas embebidas de cubismo. En la muestra, ocho cuadros centran la atención en la serie de parodias que el grancanario dedicó al primer consejo de redacción de El Conduto (revista del Diario de Las Palmas), en las que se perfilan figuras como las de "Pepe Alemán, Pepe Rivero, el propio Cho-Juaá, Pastino, caricaturista y arquitecto, Óscar Santana, Pedro Schlueter o Pedrito el de Carrizal, que era profesor, y Agustín Millares", como enumera el responsable de la serie. Para el final queda una pieza de 2009, de Fernando Montecruz, colaborador de LA PROVINCIA, único de los cinco dibujantes vivo, en la que retrata, una vez más, al poeta que da nombre al museo. Con él, "se cierra este círculo de caricatura contemporánea dedicada a Rivero".